El aliento de vino, el fuego central de un susurro involuntario,
quiero dormir, dices, y, haz conmigo lo que quieras.
Esa extraña voluntad la llamo susurro involuntario, quieras o no quieras.
Una cena generosa cena en casa Lucio será infinita cena
coño cocinado por sueño delicioso entre las sábanas de hilo
el Ritz todo lo que de ti me ha dado es ese placer rancio y lujoso
de un baldaquino que abruma mi imaginacion y un silencio lustral.
Los grabados de las musas en el dormitorio de fumador, música y astronomía,
y en el pasillo Venus, Ceres y Abundancia, el Panteón de Agripa,
tipos costumbristas, el desayuno en el cuarto, la cuesta de Moyano.
Solamente el Prado supera su ficción, con un exceso propio
a los mejores amantes y a la defenestración de una infinita mirada.
fotografìa de Eve Livet
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2 commentaires:
Tas pasao, Manuel. No fueiste a la huelga?
Precioso, MM. Il est, forcement, délicieux d' avoir le petit déjèuner à Le Ritz. Esa alfombra que acoge al dolido amante, esa expresión de abandono al chafar el cigarrillo en el cenicero invisible. Amigo, está usted sembrao en esta entrada.
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