samedi 31 mai 2008

Fiat Umbra, de Isabel Escudero (bilingue)


Chez Hölderlin, ce qui dégoûtait Goethe, c'est que le rapport au réel était coupé, apparemment, par le fait que toute l'écriture tournait autour de l'émotion, et de surcroît l'émotion de la littérature même. En fait Hölderlin ne parlait de rien, n'avait avisé d'emprise sur le monde, mais sur le ciel.

En Hölderlin, creo que lo que disgustaba a Goethe, era que la relación a lo real estaba cortada, aparentemente, por el hecho de que toda la escritura giraba en torno a la emoción, y para colmo la emoción de la literatura misma. De hecho Hölderlin no hablaba de nada, no había previsto un contacto con el mundo, sino con el cielo.

Ceci vaut plus pour moi et mes élancements que pour la consistance de la poésie d'Isabel Escudero, sapientiale. Mais je l'évoque parce que ces courts poèmes entassés m'émeuvent comme une musique qui me ferait bondir de mon siège pour danser. Il y a une telle concentration d'un univers personnel et universel dans chaque chansonnette... Moi, dans le morne de la poésie espagnole, je n'ai trouvé de l'inspiration pour écrire que d'elle, et aussi de Blanca Andreu, et de la démarche personnelle de Leopoldo Maria Panero, tous des auteurs en marge et des cas exceptionnels qui confirment la nullité des autres.

Esto vale más por mí y mis acaloramientos que por la consistencia de la poesía de Isabel Escudero, sapiencial. Pero lo evoco porque esos cortos poemas acumulados me conmueven como una música que me haría saltar del asiento para ponerme a bailar. Hay una tal concentración de un universo personal y universal en cada cancioncilla... Yo, en la sosez de la poesía española, no he encontrado inspiración para escribir más que en ella, y también en Blanca Andreu y en la forma de ser poeta de Leopoldo María Panero, todos autores al margen y casos excepcionales que confirman la nulidad de los otros.

Elle mériterait une analyse savante et détenue que je ne peux dans mon désordre fournir. Je suis à moitié de lecture de Fiat Umbra et je connaissais depuis des années Coser y cantar. Serve cette note comme témoignage d'une oeuvre vivante.

Ella merecería un análisis erudito y detenido que no puedo en mi desorden ofrecer. Estoy a mitad de lectura de Fiat Umbra y conocía desde hace años Coser y cantar. Sirva esta nota como testimonio de que existe una obra viva.

jeudi 29 mai 2008

"Rapport d'activité" (Deuxième ou troisième callipyge: cfr images)




La toile mesure un mètre et quelques par un mètre de base environ, et elle a été peinte à l'huile en 2008.

dimanche 25 mai 2008

Portrait de la mère de Saint Augustin (détail)

Cliquez pour agrandir. Le crayon couleur originel mesure 150 cm x 150 cm. Il est encadré avec moulure argentée et verre naturel, et ainsi il a été exposé au Salon Oedipe, le jour de la présentation du livre "La part obscure de nous-mêmes. Une histoire des pervers" par Elisabeth Roudinesco. De même il s'est suivi la présentation du livre de Vannina Micheli-Rechtman "La Psychanalyse face à ses détracteurs".

vendredi 23 mai 2008

sur le petit dictateur (bilingue)






Premières réflexions au fil de la lecture d'Iluminaciones filosoficas, et de Sobre el Fundamento, d'Ignacio Gomez de Liano.

Primeras reflexiones al hilo de la lectura de Iluminaciones filosóficas, y de Sobre el Fundamento, de Ignacio Gómez de Liaño.



Todos tenemos un dictadorcillo dentro que nos dice cómo deberia ser el mundo. Creo que Maquiavelo supo hacer a la vez, en El Príncipe, la disección tanto de nuestro interior político como de lo que pasa realmente en el mundo. El filósofo acostumbra a esforzarse en pensar el mundo tanto como el interior, y no todos se satisfacen de la decepción de Maquiavelo. Es lugar común que Platón tenía veleidades totalitarias. Y que Auguste Comte, erigiendo la sociología en regente de todos los saberes hacía otro tanto. El extremo del ridículo se alcanza con Pavlov, haciendo salivar a un perro al sonido de un silbato, engaño consumado que no podrá demostrar sino una verdad sádica. Pero el Platón oculto, o el aspecto esotérico de una parte del platonismo suponen un refreno hacia el interior de ese Platón erigido en gran dictador. El valor del ejercicio de la metafísica como Imposible, y la petición de lo imposible a la socialidad me parecen las maneras más éticas de impedir a nuestro dictador interior expandirse y operar maldades por el mundo, como antaño el sacrificio del filósofo en la lava del volcán (símbolo de todos los excesos) protegía la ciudad.


Nous avons tous un petit dictateur à l'intérieur de nous qui nous dit comment devrait être le monde. Je crois que Machiavel a su opérer à la fois, dans Le Prince, la dissection tant de notre intérieur politique que de ce qui se passe réellement dans le monde. Le philosophe a l'habitude de s'exercer à penser le monde autant que l'intérieur, et ce ne pas tous qui se satisfont de la déception de Machiavel. Il est un lieu commun que Platon avait des velléités totalitaires. Et qu'Auguste Comte, en érigeant la sociologie en régent de tous les savoirs faisait de même. L'extrême du ridicule est atteint avec Pavlov, faisant saliver un chien au son d'un sifflet, tromperie consommée qui ne pourra démontrer qu'une vérité sadique. Mais le Platon occulte, ou l'aspect ésotérique d'une partie du platonisme supposent un frein vers l'intérieur de ce Platon érigé en grand dictateur. La valeur de l'exercice de la métaphysique comme Impossible, et la demande de l'impossible à la socialité me semblent les manières les plus éthiques d'empêcher notre dictateur intérieur de se répandre et d'opérer des méfaits de par le monde, comme antan le sacrifice du philosophe dans la lave du volcan (symbole de tous les excès) protégeait la ville.

La suite par ici.

Segunda parte en este link.

jeudi 22 mai 2008

Cena en el Dali (Hotel Meurice) (espagnol)

Alguien importante debía de haber, porque esta noche, aparte de las diversas jerarquías de grooms y stewards encargados de los taxis y de la recepción, montaban guardia en la puerta del Hotel Meurice tres policías armados de pies a cabeza; no es que patrullaran la elegante Rue de Rivoli, estaban a la puerta del hotel. Yo debería opinar de lo que me incumbe. No del diseño, donde el elemento daliniano lo da el motivo de las muletas en las lámparas, o de la clientela, sino a lo sumo de mi sensación de excesivo calor a pesar del amplio espacio del Dalí, y esencialmente debería tener unas palabras para la pintura que decoraba el techo.

No, no sé de quién era. Sé que es una mujer joven quien la ha hecho, hija de un diseñador célebre. Y eso me sirve para traer a colación cierta manera de pintar que me interesa y que encuentro en otras mujeres como Brigitte Szenczi o Eleodora Nesúa. También podría hacer pensar en Garouste o en Juan Antonio Mañas, pero en ellos, hombres, los sentimientos se enturbian y el conjunto del cuadro es siempre anguloso, con un no sé qué de fracaso. Me preguntaron si me gustaba el vino afrutado para acompañar o si lo prefería rico en taninos. Dije lo segundo pero cuando me dieron a probar opté por tomarlo afrutado. Un señor tocaba el piano y el perro de otro señor tuvo algún mal recuerdo, porque intervino sonadamente en algún momento. Todo era espejos y dorados. Comprendo que Dalí necesitaba sitios así, yo, llegado el momento, también lo tendría como cuartel de invierno.

La presencia de Gala también era importante, y ella además preparaba, en Figueras, o en Port Lligat, una langosta al chocolate que Ignacio Gómez de Liaño me contó que llegó a probar, cuando Dalí se interesó por los estudios de éste acerca de Giordano Bruno y Giullio Camillo y el Teatro de la Memoria. Pero no la encontré en el menú del Dalí. Al menos no de la forma en que me imaginaba.

Tomé unos rabiolis de langosta con una salsa especial que no quise apuntar en mi cuaderno, así como un cordero al pimentón, titulado Primavera, porque los títulos formaban parte del contexto surrealista suave del Dalí, que me sugería resonancias españolas. Realmente al punto al que he llegado de adicción al café con leche, fue solamente al final, tomándome mi café y luego fumando con las jerarquías exteriores sobre el mosaico del soportal como alcancé la actual saciedad.

lundi 19 mai 2008

Balval, concert tsigane près de Belleville (bilingue)


On a été deux possédés. Un inconnu a souffert la contagion de mon démon, s'il n'était déjà sous l'emprise du sien à lui. Je pourrais dire que pour ce qui tient à la théorie que j'envisage ici, les musiciens (en l'occurrence Balval, comme pour l'autre concert d'il y a un mois) ne seraient qu'un prétexte. Je devrais nonobstant me référer pour des raisons évidentes à leur musique et leur jeu.

Hemos sido dos posesos. Un desconocido sufrió el contagio de mi demonio, si no estaba ya bajo los influjos del suyo propio. Podría decir que por lo que toca a la teoría que abordo aquí, los músicos (en la ocurrencia Balval, como para el otro concierto de hace un mes) no serían sino un pretexto. Debré no obstante referirme por razones evidentes a su música y a su juego.

Par la lecture de Tobie Nathan, qui met en avant les techniques musicales de transe et de possession comme dispositif thérapeutique des cultures "autres" et par propre expérience je connaissais le démon (devrais-je dire "mon démon", comme Socrate). Chez moi la culture "autre", en Espagne, étaient mes voisins gitans, mais je dois compter aussi dans mon dialogue avec "l'autre" la danse contemporaine, dont j'ai été à une époque spectateur, et le syncrétisme du melting-pot de la musique rock.

Por la lectura de Tobie Nathan, que pone de relieve las técnicas musicales de trance y de posesión como dispositivo terapéutico de las "otras" culturas y por propia experiencia yo conocía al demonio (debería decir "mi demonio", como Sócrates). En mi caso la cultura "otra" en España eran mis vecinos gitanos, pero debo contar también en mi diálogo con el "otro" la danza contemporánea, de la que he sido en una época espectador, y el sincretismo del melting-pot de la música rock.

Mais de même que le Christ ne s'est pas affiché comme guérisseur sur un journal d'annonces, sinon qu'il a réagi à ceux qui venaient à lui, les musiciens (qui seraient déjà assez occupés avec leurs propres démons) n'ont pas fait, si ce n'est par la nature de leur musique ou magie, la moindre demande de ce qu'on vienne tomber en transe chez eux. Ils seraient là pour le charme discret et quelque peu fade du public général, habitué à entendre sans surprise n'importe quelle sorte de musique, les oreilles faites et le corps anesthésié.

Pero igual que el Cristo no puso ningún anuncio como curandero en el periódico, sino que reaccionó a los que venían a él, los músicos (que estarían ya bastante ocupados con sus propios demonios) no hicieron si no es por la naturaleza de su música o magia la menor petición de que se viniese a caer en trance en su concierto. Estarían ahí por el encanto discreto y en cierto modo soso del público general, habituado a escuchar sin sorpresa no importa que tipo de música, las orejas hechas y el cuerpo anestesiado.

On apprend par imitation, même quand la lecture moyenne et quand nous nous sentons emplis de scientia infusa. Je savais par mes lectures que les rythmes dans la musique des confréries soufis correspondaient à des esprits spécifiques ou à un djinn particulier à chacun. Que je ne puisse écouter certains rythmes sans me mettre à danser me montre que je suis mon corps et l'esprit qui l'accompagne. Comment l'ai-je appris sinon en voyant danser le monde ? Il en va peut-être de même pour le deuxième danseur de ce soir. Bien-sûr une certaine quantité de personnes dansait au concert, mais le fait singulier est que nous étions les deux frénétiques dans notre danse et les seuls danseurs masculins.

Aprendemos por imitación, incluso cuando media la lectura y cuando nos sentimos repletos de ciencia infusa. Yo sabía por mis lecturas que los ritmos en la música de las cofradías sufís correspondían a espíritus específicos o a un djinn particular a cada uno. Que yo no pudiese escuchar ciertos ritmos sin ponerme a bailar me muestra que soy mi cuerpo y el espíritu que lo acompaña. ¿Cómo lo he aprendido sino es viendo bailar a los demás? El caso es el mismo para el segundo bailón de esta noche. Por supuesto una cierta cantidad de personas bailaba en el concierto, pero el hecho singular es que éramos dos los frenéticos y únicos bailones masculinos.

Un rôle ou royaume voilé était celui de la chanteuse Awena Burgess, dépositaire de la langue presque secrète des tsiganes et des paroles dites dans le chant. Des poèmes, donc, ou des prières, ce qui revient au même. Le Verbe ou Logos qui occupe une place très technique dans la connaissance et dans le charme.

Un papel o un reino velado era el de la cantante Awena Burgess, depositaria de la lengua casi secreta de los zíngaros y de las palabras dichas en el canto. Poemas, pues, o bien plegarias, lo que condesciende a lo mismo. El Verbo o Logos que ocupa un lugar muy técnico en el conocimiento y en el encantamiento.

Nous sommes sortis pleins d'énergie mais en arrivant chez nous une singulière retombée ou fatigue s'empare de moi, sous forme d'une sorte de honte ou regret. Ma danse était un aveu corporel et toute mon identité se faisait voir. De retour chez moi je me sens vidé. Que ne doit-il être pour le métier du musicien, qui donne tout l'intérieur de lui, soit parole, le chant des cordes, ou le battement du coeur de tout l'ensemble ?

Hemos salido llenos de energía pero llegando a casa una singular recaída o cansancio se apodera de mí, en forma de una suerte de vergüenza o culpa. Mi danza era una confesión corporal y toda mi identidad se hacía ver. De vuelta a casa me siento vaciado. ¿Qué no debe ocurrir en el oficio de músico, que da todo el interior de sí, sea palabra, el canto de las cuerdas, o el latido de corazón de todo el conjunto?

http://www.balval.com/accueil.htm


Le groupe a un disque sur le marché: Blizzard Bohème

jeudi 15 mai 2008

Lettre aux jeunes gens de théâtre à Paris


Lettre aux jeunes gens de théâtre à Paris

C'est vrai que je suis peintre, mais écoutez-moi : il est péremptoire que je réalise dans les quelques années qui suivent l'oeuvre d'art totale. Je m'adresse à vous, acteurs, metteurs en scène, musiciens et danseurs, parce que depuis la fin des années 90 une vision d'art m'est apparue qui m'a fait prendre la plume pour coucher par écrit, dans quelques ouvrages, le squelette d'une oeuvre à venir.

Ce qui fait totale dans son noyau l'oeuvre que constituent mon roman Pleroma et mes trois poèmes dramatiques, c'est leur qualité de mystère en accord avec la transmission dans notre temps d'une Tradition Universelle.

Vous êtes des gens de théâtre mais je ne voudrais pas vous embarquer dans un seul bateau, vers un seul port, à travers juste un petit lac. Dans ma tête bouillonnent plusieurs issues formelles. Je pense aussi bien à la représentation théâtrale comme au film d'Art et Essai, je songe à faire devenir les vers un Opéra et je songe à l'exécution des pièces sur papier en photo-roman comme livre ou en collage photographique composé de textes et mises en scène blanc et noir en tant que tableau à exposer dans des galeries.

Sur le site de Léo Scheer avec le titre Le Larvado (ils ont fait une erreur de frappe) il y a une pâle ressemblance, déjà ancienne, de ce que pourrait être juste le début d'une traduction française d'un des ouvrages.

Je vous incite plutôt si vous comprenez l'espagnol à lire ou faire lire mes trois poèmes dramatiques, qui sont dans ce blog-ci, si vous le cherchez dans "littérature (espagnol)" : El Larvado, Neron y la catedra de Roma, et Teatro de odaliscas con tacones de aguja.

Pour l'autre ouvrage, Pleroma, je vous invite à me contacter d'une façon ou une autre, il faut qu'on prenne un café, car c'est un roman que je voudrais dans la mesure du possible, hors sa mise en scène toujours ouverte, réserver en tant que texte pour l'édition sur papier et illustrée. D'ailleurs il est peut-être le plus semblable à un scénario de bande dessinée, de pièce de théâtre (quoique longue) ou de cinéma.

Pour l'argent il n'y a pas de souci, puisqu'il n'y a en a pas. Je veux dire que ça viendra.

Roland Barthes dirait de mon écriture se voulant théâtrale (et traduisible en français) la même chose que de la volonté du marquis de Sade de faire du théâtre : on serait en train de demander l'Impossible, mais je pense que cette lourde demande est dans le tonnerre et l'air agité du Temps.

Manuel Montero, Paris, mai 08.

mardi 13 mai 2008

Portrait de Patience Tison I, 2007


Il s'agit d'une huile sur coton d'environ'un mètre vingt ou trente de côté. La date d'exécution est visible en cliquant sur l'image, inscrite sur la surface du tableau. Je tiens à reproduire ici une réponse faite sur un autre blog.

L’Art serait mort sur le plan de l'Histoire, amie Corine, dans la mesure où, comme à l’époque byzantine on vit une crise, si vous préférez, de l’Image. Il y a un flux visuel omniprésent mais pas de vraie image comme quelque chose d’humain qu’on investit. Il reste le rock avec ses idoles qui d’une manière nietzschéenne seraient le relais des images. Mais dans le domaine contemporain, genre Artpress, palais de Tokyo, (et je voudrais discuter de cela avec le collectif Fresh Théorie, dont j’ai un volume, et avec Richard Leydier, qui a ébauché une approche du peint) l’image se fait rare. Sans que cela n'empêche qu’on puisse éprouver chez eux des émotions esthétiques parfois douleureuses mais en effet sublimes. Mais c’est là l’émotion produite par cette fameuse Mort de l’Art, l’absence de l’image, qui peut être orgiastique et ravissante parce qu’on participe à un délire collectif comme à la Terreur la foule se rendait voir fonctionner la guillotine. J’ai passé par les deux expériences, la Vie et la Mort, et je peux vous dire que toutes deux sont réfractaires à la critique.

Je cherche aussi un autre commentaire posté quelque part (il a été englouti ou censuré) à propos de la sainteté et la façon dont deviennent des purs et mornes martyres les artistes qui ne produisent pas des images. Fascination de la misère et peur du fric. Quoi de plus humain et fréquent statistiquement ? Il sont là à mener une existence ascétique qui a besoin de tout un travail d'hagiographie derrière. Mais c'est le cas de notre condition humaine, ne serait-ce qu'on demande tout simplement à nos fils d'avoir un souvenir de nous, ou à nos maîtresses où amants.

La femme du portrait a mon âge (née en 70) et travaille la sculpture en terre et en plâtre avec des motifs inspirés, entre autres, de Balthus qui fait partie du domaine de sa famille, les Klossowski. Je me suis servi, selon le conseil de Dali, du rouge vénitien mais aussi d'un ton qu'il appelle "le traitre, l'espion des couleurs", le brun Van Dyck. Les bleus sont plus profonds que sur l'écran, et je m'en suis servi de plusieurs à la fois. La photo, si vous cliquez, donne assez de détails et elle est due à Eve Livet.

lundi 12 mai 2008

Sobre Tobie Nathan y otros (texte espagnol)

Novedades francesas.






Sin saber para qué revista, me pongo a escribir este artículo, exorcismo y bálsamo. Ortega los hacía así, con lo último que estaba leyendo o curioseando, seguro de quedar bien. Yo escribo desde una posición menos confortable, pero con la añoranza de tranquilidad que se lee en Ortega.
Por lo que he podido ver, se acentúa el divorcio entre la escuela etnopsiquiátrica y el psicoanálisis. La etnopsiquiatría, empero, echa sus raíces en la antropología y en Freud. ¿Por qué ahora esta ruptura? Inicialmente, la escuela, que aprovecha las aportaciones mestizas entre psicología y antropología de psicoanalistas freudianos como Ferenczi, Róheim (tan citado por nuestro poeta “lacaniano”, Leopoldo María Panero) o el propio Sigmund Freud (en Tótem y Tabú) viene a aglutinarse en torno a la figura de Georges Devereux, psicoanalista y antropólogo. Hasta ahí se mantiene en la ortodoxia freudiana. Varias traducciones al castellano de Devereux nos son conocidas. En Icaria su libro “La vulva mítica”, y en Seix Barral el conjunto de los “Ensayos de etnopsiquiatría general”. En sus ensayos posteriores sobre el arte griego se desarrolla por un lado una estética de la sublimación (en el sentido freudiano bien conocido) a través del genio y la técnica del poeta o artista, y, por el otro, se profundiza, con la ayuda de la inmensa erudición de su autor y de su experiencia en trabajos de campo, en el estudio antropológico de la Antigüedad.
A la muerte de Georges Devereux, a principios de los ochenta, toma el relevo en la dirección de esta corriente su discípulo Tobie Nathan. La escuela entonces se vuelca en la clínica con pacientes emigrantes llegados a Francia. Del estudio de la especificidad de los síntomas y las necesidades respecto a la terapia de estas personas “no-occidentales”, Tobie Nathan y sus colaboradores extraerán conclusiones que dan un vuelco a las verdades del psicoanálisis. Se pone en duda la validez universal del complejo de Edipo, por ejemplo, o se critica el racismo de Freud en Tótem y Tabú, cuando atribuye a los africanos un estado de neurosis infantil permanente (conclusión de Freud en relación a los llamados cultos fetichistas, un tanto precipitada en efecto si consideramos que, después de todo, nuestros griegos tenían una relación similar con sus estatuas). Aquí al lado tengo dos libros que ilustran la ambivalencia de esta posición polémica con el psicoanálisis:
- El primero se llama (me permitiré traducir los títulos en adelante) Psicoanálisis pagano. Su primera edición es de 1987. Aunque Tobie Nathan lo llame “pagano”, su psicoanálisis sigue teniendo en Freud un punto de referencia, aunque sea susceptible de matices. El libro combina de forma muy atractiva la erudición sobre mitología y religión griegas con la antropología de las culturas africanas, agrupando ambos fenómenos bajo la definición de paganismo y poniéndolos en conexión con la terapia analítica. En él se apuntan algunas de las singularidades de la actual clínica etnopsiquiátrica: la presencia de más de un terapeuta (sesiones “asamblearias”, podríamos decir) o la puesta en un mismo plano de dos etiologías posibles: la científica y la cultural o religiosa.
- El segundo es una obra de teatro, escrita en grupo, titulada La perdición de Freud. Con algo de parodia del Fausto de Goethe en la letra de su título francés, la obra nos presenta la ficción de un tiralleur negro de la Primera Guerra Mundial, que recibe tratamiento en el gabinete de Sigmund Freud en Viena. Con una acidez y un sarcasmo ilimitados los autores denuncian los prejuicios de tipo racista que, como hombres blancos, tuvieron Freud y la mayoría de los primeros psicoanalistas, colocados frente a un paciente “primitivo” o de otra raza. Las pretensiones de asepsia científica y de “método” revelan ser una coraza para protegerse de quienes son diferentes, forzándolos a convertirse en ilustraciones ridículas de las teorías de los occidentales.

En otro orden de cosas, y por quedar de momento dentro del mundo de lo psicoanalítico, he tenido ocasión de leer un pamfleto antilacaniano que podríamos traducir como La “copista” de Lacan. La autora, Maria Pierrakos, fue durante años la persona que estenografiaba y pasaba a limpio los seminarios de Jacques Lacan. Explica que se sintió despreciada en su trabajo, por un lado, y por el otro enumera todo lo que considera “fundadas refutaciones” de las teorías lacanianas.
Debo decir que, un poco a su pesar, el libro de Maria Pierrakos es inmensamente cómico (y desde luego eso basta para justificar su lectura) por su obstinación y por la cantidad de observaciones “retratísticas” y de anécdotas. A partir de este tipo de materiales M.P. levanta contra los lacanianos ¡y sus pacientes! una acusación general de cinismo moral y formal. Como cuando, citando a Houellbecq, dice que: (traduzco libremente los adjetivos en femenino “connasse” y “pétasse”) el psicoanálisis sirve para convertir a un pelmazo en un caradura.





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Para un lector extranjero que no sea parte de la vida cultural francesa adviene un apasionante aluvión de preguntas: ¿Ha salido ganando la etnopsiquiatría con el paso a la polémica? ¿Está caducado el psicoanálisis lacaniano después de la venganza de la persona que lo pasó a máquina? ¿Estos dos fenómenos, escandidos en el tiempo de forma distinta y ambos con su epicentro en París, son realmente tan opuestos, tan ajenos el uno al otro?

Una diferencia de tipo estilístico separa, al margen de las innovaciones teóricas, los libros de Georges Devereux de los de su sucesor. Ustedes juzgarán el sentido que hay que otorgarle. Si la escritura de Tobie Nathan pasa rápidamente a la polémica no es sólo por su acidez. Lo es también por su impacto inmediato, su eficacia: sea porque escribe en forma de diálogo, porque elabora los casos clínicos con un sentido del suspense y de la elegancia de estilo que hace de ellos verdaderas mini-novelas, o porque sabe cambiar de registro con habilidad, se trata siempre de una escritura que interpela, como a veces algún inquietante título de libro suyo (El esperma del diablo). El estilo de Devereux es más pesado, más abrupto, aún siendo personal y con eventuales confidencias. Parece descubrir las ideas en el momento de escribir, buscarlas con esfuerzo a través de la escritura, marca de estilo muy extendida entre filósofos y psicoanalistas, cuando no en los novelistas con “voz interior”. En su descargo debo decir que dos terceras partes de lo que he leído de él eran traducciones, pero creo haber podido confirmar mi impresión en el tercer tercio.
No obstante, la crítica de tipo estilístico que, en el otro tenor, ha hecho Pierrakos a Lacan, a saber un exceso de poeticidad, puede ser aplicada a Tobie Nathan igualmente. ¿Tiene ella razón o por el contrario es la poesía, como lo fue en los presocráticos, un registro sublime de la Ciencia? A pesar de su alejamiento polémico, lacanianos y etnopsiquiatras tendrían en igual medida algo de artistas. Por supuesto, como con todos los artistas, el que acude a terapeutas así debe tener con ellos el mismo olfato para distinguir al genio del simple imitador que debe tener un buen coleccionista de pintura o de artesanía . El mismo concepto de Inconsciente en que se apoyan unos y otros (los unos como estructura de orden lingüístico en el sujeto, los otros como diversidad inexorable) presupone la utilidad de la metáfora en terapia para actuar sobre el núcleo del alma, y no sólo de la metáfora ejemplarizante como en el conductismo, sino de la que se abre sobre el infinito (matemática en unos, arcaica o arcaizante en los otros, paradójica en unos y otros si se pretende que sea activa). Unos y otros, si nos atenemos a la acusación lanzada por M.Pierrakos, operan por medio de paradojas. ¿Y por qué no conceder el socorro de una paradoja al que viene aplastado por el peso de una lectura unívoca de su síntoma, o por la imposibilidad de conjugar la interpretación que le viene dada a su síntoma con una interpretación que “no fuese la misma” ?

Otra cuestión de estilo sale a la superficie, el gusto a la vez metódico y caprichoso, que era propio del estructuralismo y que perdura. ¿No podemos leer acaso como un hecho relevante del mismo tipo de ambición la insistencia de Tobie Nathan en los objetos, siempre investidos de virtualidad, propios a las prácticas terapéuticas tradicionales (fetiches, talismanes, filtros, perfumes, tatuajes o escarificaciones, etc.), cargados de sentido, o los mitos, igualmente entendidos como máquinas de producir sentido, respecto a la insistencia de Lacan en las fórmulas o los matemas, como evidencias de la estructura emergente? No es inoportuno hacer notar que, aunque el tiempo haya pasado, uno y otro se reclaman lectores entusiastas de Claude Lévy-Strauss...

Reconoce Maria Pierrakos que la mayoría de los psicoanalistas y psicoterapeutas de su generación, aún los no lacanianos, han intentado informarse sobre la obra de Lacan, y aunque hayan podido disgustarse con su hermetismo, frecuentemente han hecho suyas algunas ideas-fuerza, o el simple talante estructuralista que la impregna. En el porvenir ocurrirá algo parecido, cada vez que se establezcan dispositivos terapéuticos con inmigrantes, con la etnopsiquiatría, que será usada o estará presente en los gabinetes, siquiera sea, como diría Loyola, como “gusanillo de la conciencia”.

Manuel Montero.
Granada, junio, 2004.

dimanche 11 mai 2008

Anne d'Autruche, décoratrice carnivore (bilingue)


A: Nous les peintres avons tendance à nous méfier des décorateurs, qui sont censés pouvoir occuper dans les appartements avec une autre chose l'espace qui pourrait occuper une huile ou une encre de Chine.
Mais si on arrive à contrecarrer cette vieille inimitié et à s'approcher de l'univers de nos voisins les décorateurs, on plonge dans un univers qui peut très vite devenir le nôtre, et l'on sort enrichi dans notre humanité.
C'est en entendant parler le bon sens et la lucidité d'Anne d'Autruche que je lui ai demandé qu'on discute sur son travail.


A: Nosotros los pintores tenemos tendencia a desconfiar de los decoradores, que se supone que pueden ocupar en los apartamentos con otras cosas el espacio que podría ocupar un óleo o una tinta china.
Pero si conseguimos compensar esta vieja enemistad y aproximarnos al universo de nuestros vecinos los decoradores nos sumergimos en un universo que puede muy pronto volverse el nuestro, y salimos enriquecidos en nuestra humanidad.
Fue escuchando hablar el sentido común y la lucidez de Anne d Autruche cuando le pedí que discutiésemos de su trabajo.



B: Evidemment l'art nous a rapproché à plus d'un égard selon les époques. Anne d'Autruche fait aussi des tableaux, quoique ce n'est pas de la peinture. Elle mène ses réflexions au contact des matériaux, à l'atelier et pas avant, selon elle. Mais rien n'est laissé au hasard, malgré la non-intélectualisation du travail. Et cela fait que la décoratrice travaille en artiste, en rendant personnel et incommunicable ce qu'elle appelle son univers. Il s'agit depuis la recherche des matériaux de construire une image de soi, par la façon dont elle investit l'espace des autres.


B: Evidentemente el arte nos ha aproximado en más de un sentido según las épocas. Anne d Autruche hace también cuadros, aunque no se trata de pintura. Ella sobrelleva sus reflexiones en el contacto con los materiales, en el taller y no antes, según sus propias palabras. Pero nada es dejado al azar, a pesar de la no-intelctualización del trabajo. Y ello hace que la decoradora trabaje en tanto artista, volviendo personal e incomunicable lo que ella llama su universo. Se trata desde la elección de los materiales de construir una imagen de sí misma, por la forma en que se aplica al espacio de los otros.

C: Selon Anne, la question qu'on lui pose toujours sans arrêt est "Pourquoi l'oeuf ?" Les oeufs d'autruche ont été en effet un point de départ et un motif récurrent de ses travaux. Mais la question tombe d'elle-même. 1. Ils sont de beaux objets trouvés. 2. Tout est là, c'est le début de la vie, peut-être du Monde, si on croit Plutarque dans De Iside et Osiride. 3. Pour moi, la question de l'origine dans l'oeuf d'autruche s' est posée à Anne à plus d'un égard, puisque c'est aussi l'Afrique, origine de l'Humanité et origine aussi de la sensibilité moderne du XXe siècle (Picasso, le jazz...). 4. Et le lien qui nous unit à l'Afrique est aussi le revers de toute notre occidentalité chrétienne, celui du sorcier ou sorcière.

C: Según Anne, la pregunta que le hacen siempre sin tregua es ¿por qué el huevo? Los huevos de avestruz han sido en efecto un punto de partida y un motivo recurrente en sus trabajos. Pero la pregunta se responde a sí misma. 1. Son hermosos objetos encontrados. 2. Todo está en ellos, son el principio de la vida, quizás del Mundo, si creemos a Plutarco en Sobre Isis y Osiris. 3. Para mí, la cuestión del origen en el huevo de avestruz se le ha planteado a Anne en más de un sentido, ya que está en juego Africa, origen de la Humanidad, y origen también de la sensibilidad del siglo XX (Picasso, el jazz...) 4. Y el vínculo que nos une a Africa es también el reverso de toda nuestra occidentalidad cristiana, el del brujo o la bruja.

D: Anne d'Autruche voit son univers comme un essai de "mettre en harmonie" le rond ou ovale et le carré. Elle explique que dans l'un et l'autre (comme la matière et l'anti-matière ?) se trouvent les principes féminin et masculin qui s'entremêlent dans cet univers. On serait fixé à des principes presque mathématiques qui nous rendraient obsessionnels, si du coup on ne rebondissait sur sa bonne humeur et sa légèreté du coté "décoratrice", qui allège sa démarche. Elle a surpris tout le monde avec ses lampes en oeuf d'autruche au Salon de la coquille d'Art, à Strasbourg, où elle avait été invitée. Bien-sûr, elle sont, au contraire de l'artisanat traditionnel, des oeuvres spécialement urbaines et "nocturnes".

D: Anne d Autruche ve su universo como un ensayo de "encontrar la armonía" entre lo redondo u ovalado y lo cuadrado. Explica que en el uno y en el otro (como la materia y la anti-materia ?) se encuentran los principios femeninos y masculinos que se entremezclan en ese universo. Nos quedaríamos adheridos a principios casi matemáticos, que nos volverían obsesivos, si de golpe no diésemos de rebote sobre su buen humor y su ligereza de "decoradora", que aligera su gran proyecto. Sorprendió a todo el mundo con sus lámparas en huevos de avestruz en el Salon de la Cáscara de Arte, en Estrasburgo, donde había sido invitada. Por supuesto, esas lámparas son, al contrario que la artesanía tradicional, obras especialmente urbanas y "nocturnas".



E: Actuellement elle travaille avec des cuirs de poisson teints, qu'elle compose en des sortes de collages, tables ou tableaux où l'on trouve aussi des métaux, oxydés ou pas. Cette façon qu'elle a de polir les surfaces, de les gratter, me fait penser au désespoir de la sorcière dans sa cellule. De la perche du Nil, du tilipia, de la julienne, du saumon, de l'esturgeon... Mais dans une place particulière dans ce message obscur, du requin, de la raie, du cuir d'autruche encore.

E: Actualmente Anne trabaja con cueros de pescado tintados, que ella compone en ajustados collages, mesas o cuadros, donde se encuentran también metales, oxidados o no. Esta forma que ella tiene de pulir las superficies, de arañarlas, me hace pensar a la desesperación de la bruja en su celda. Perca del Nilo, (...), salmón, esturión... Pero en un lugar particular en ese mensaje oscuro, hay también tiburón, manta-raya, cuero aún de avestruz...

copyright photos Anne d'Autruche

Ecrivez si intéressé(es) à Anne d'Autruche. 61, rue de Lagny, Jossigny 77600 France.

jeudi 8 mai 2008

Diane et ses chiens 2005 (50 x 65 cm) deux variations


Au fil d'un petit concert de Zsuzsanna Varkonyi


Demain à deux heures de l'après-midi je suis censé faire un portrait. C'est cinq heures. Je viens d'un petit concert de musique tzigane aux Trois Arts, par Zsuzsanna Varkonyi, accompagnée par moments d'Awena Burgess. Pas d'autres musiciens. Une femme seule au chant scintillant, enflammé, qui se projetait, ardente comme un papillon du soir brûle entre les larmes d'un lustre illuminé, avec un accordéon qui semblait immense, tellement Z.V. est mince et subtile. Son échelle a bien des octaves, l'héritage tsigane a peut être des choses à voir avec les théories de Roy Hart sur ce mystérieux dieu mineur, Abraxas, qui permettait de couvrir les huit octaves avec la voix. Je me suis dit que j'aimerais parler d'elle. J'écoute son disque "Valahol" et je me suis rendu compte que le meilleur hommage que je pouvais faire aux émotions éprouvées au concert c'était d'enfin traduire mon conte sur ma grand-mère écrit il y a deux ans pour mon fils.

Soit dit au passage, le jazz comme musique propre aux noirs a mis du temps à gagner les élites. Que ne serait-il de la musique bohème qu'on entend jouer dans les coins et les wagons de métro aux mendiants ?

Mañana a las dos del mediodía se supone que debo pintar un retrato. Son las cinco de la mañana. Vengo de un pequeño concierto de música zíngara en les Trois Arts, por Zsuzsanna Varkonyi, asistida por momentos por Awena Burgess. Sin más músicos alrededor. Una mujer sola con su canto incendiado que se proyectaba, ardiente como una falena en un candelabro, con un acordeón que parecía inmenso, tanto Z.V. es delgada y sutil. Su voz parece tener bastantes octavas, la herencia gitana debe guardar alguna relacion secreta con ese dios menor, Abraxas, que segun Roy Hart hacia alcancar al cantante las ocho octavas. Me he dicho que querría hablar de ella. Escucho su disco "Valahol" y me he dado cuenta de que el mejor homenaje que podía hacer a las emociones sentidas en el concierto era por fin traducir mi cuento sobre mi abuela escrito hace dos años para mi hijo.

Dicho sea de paso, el jazz como música propia a los negros tardó su tiempo en ganarse a una cierta élite. ¿Qué no será con la música bohemia que escuchamos tocar en las esquinas y en los vagones de metro a los mendigos?

J'inclus de même un portrait de mon amie Patience Tison, puisque c'est avec elle et ses amies que ma compagne Eve et moi avons assisté au concert. Huile sur toile de un peu plus de un mètre de coté. Photo: Eve Livet.

Incluyo igualmente un retrato de mi amiga Patience Tison, ya que es con ella y sus amigas con los que mi compañera Eve y yo hemos asistido al concierto. Oleo sobre tela de algo más de un metro de lado. Foto : Eve Livet.


La frontière du Portugal

Pendant la guerre de l'Espagne, une jeune fille sans argent, avec sa mère en prison et son père caché sous un meuble, apportait du sucre et du café en Espagne en passant par la montagne pendant la nuit venant du Portugal. Avec ce sucre et ce café elle tirait à peine le nécessaire pour toute la famille. Dans sa course aveuglée par les rochers, elle portait ce qu'elle allait vendre dans un sac avec un trou.
Le froid lui fouettait le visage, et elle connaissait l'existence des loups dans la montagne. Soudainement il lui sembla qu'on entendait dans l'obscurité une musique éteinte de piano. Comme d'un musicien qui s'essaie pour un futur concert. Les loups écoutaient la musique, sur les volumes de la roche, assis en chaises de noyer, et une louve étendue sur un divan de velours abîmé fumait avec un porte-cigarettes, comme les grandes espionnes et les actrices du cinéma muet.
"Ici vient le café", a entendu la jeune fille juste derrière elle. Elle était au centre d'une grande ville de loups. Ils avaient mis une lucarne très haut avec des affiches pleines de mots et des drapeaux de couleur rouge, et d'autres qui étaient de purs linges de lit mal lavés et déchirés qui avaient été mouillés de larmes. On lui tendait une patte, lui demandant discrètement qu'elle laisse le sac au pied de la petite cantine à pétrole, et une louve sortit la boite de café qui était dans le sac et remplit une cafetière en argent, noircie, mais qui brillait avec la lune.
Pendant que le feu se mettait à chauffer l'eau, la jeune fille entendit qu'on lui demandait : "Et toi, tu t'appelles comment ?" Elle dit Etelvina, mais ne dit pas son nom de famille. Les loups tendirent les tasses, quand le café fut prêt, et demandèrent du sucre. Alors la louve fit geste à Etelvina qu'elle sorte le sucre du sac. Mais il était tout sorti par le trou du fond. "Tu dois aller le chercher", ils lui ont dit, "mais pour que tu ne nous dénonces nous allons te bander les yeux". Ils lui mirent un bandeau sur les yeux et Etelvina prit la route qui descendait la montagne.
Elle se demandait comment elle allait faire pour cueillir le sucre, elle savait que les loups attendaient pour prendre le café et qu'elle devait agir vite.
"Etelvina Diaz Gonzalez", elle entendit crier du bas de la montagne, "tes voisins t'ont dénoncée pour contrebandière, rends toi à la Guardia Civil ou nous tirons". Elle n'arrivait pas à enlever le bandeau et ne voyait par où elle marchait, mais elle savait que si elle se rendait personne ne prendrait soin de son père caché ni de ses petits frères. Soldats et guardias civiles se communiquaient leurs places avec des trompettes et sifflets et se mettaient à tirer sans attendre réponse.
Le Destin apparu à Etelvina évanouie sous les traits de sa mère Isabel, emprisonnée dans la prison politique de Ciudad Rodrigo. "Me voici, ma fille, pour t'aider. Ces loups qu'y a dans la montagne descendront tuer tous les soldats si je leur ordonne. Mais comment leur faire parvenir le message ? Ma fillette, ne désespère pas, parce que tu vivras beaucoup d'années, tu verras tes petit-fils et quelque arrière petit fils, et tu verras des temps nouveaux. Nostradamus, le prophète, dans un de mes livres, dit que les femmes en Espagne porteront des pantalons, et cela ne peut arriver que quand il y aura de la liberté et moins de Guardia Civil. Tu devras t'armer de patience. Apporte le sucre aux loups. Ils feront tout."
"Mais, maman, comment est-ce que je vais retrouver le sucre qui s'est dispersé tout au long de la montagne ? Il fait nuit, j'ai les yeux bandés et cela semble une tache impossible. Dis-moi, toi qui est amie des gitans et qui peux guérir par la vertu de la magie, quelque prière ou bénédiction qui me fasse retrouver notre sucre."
"Ne sois pas ingénue, fillette", continua à dire l'apparition sur le point de disparaitre, "les saints du ciel sont superbes et n'écoutent que le son de l'or, ce n'est pas nécessaire de prier, tout est fait par la Nature. Prends ce canif, ôte ton bandeau, et cherche quelqu'un de vraiment humble qui t'aide".
Etelvina pleurait parce que jamais elle ne pourrait trouver personne de plus humble qu'elle, qui vendait pour une misère le café qu'elle même ne pouvait pas se permettre de boire, et qui était si dépourvue de ses parents, chargée de ses frères petits, et qui à présent avait peur non seulement des loups, mais des voisins malveillants.
Quelques balles continuaient de siffler dans l'air et Etel se jeta par terre et, pleurant, elle se replia de plus en plus à ras du sol vers la montagne, en direction du Portugal. Quelque chose la démangeait dans le ventre et puis lui montait dans le dos. C'était une fourmi. "Tu es peut-être vraiment humble", pensa Etelvina. "Humble et pas humble, chère Etel", lui répondit la fourmi, "parce que avec mon peuple entier en peu d'heures nous avons beaucoup profité de toi". Etelvina dit qu'il ne lui était pas présent que des êtres aussi menus aient fait ou puissent faire sur elle le moindre dommage. La fourmi se mit à marcher et amena Etelvina au fourmilier. "Soulève cette pierre". Etelvina trouva sous la pierre un tas colossal de sucre, que les fourmis avaient peu à peu réussi à ramener tout au long du chemin, et elle remplit la poche de son tablier.
Du coté portugais de la montagne elle atteignit la ville des loups, qui étaient là à attendre avec leurs tasses de café, l'oreille attentive encore à l'essai musical.
"Servez-vous le sucre, je l'apporte dans mon tablier. Maintenant, prenez vite le café et venez m'aider à arriver où se trouvent mon père et mes frères". Ils prirent le café et lancèrent des hurlements qui firent se dresser tous les cheveux des soldats qui étaient dans la vallée. Puis le piano joua très fort, une oeuvre qui semblait presque dodécaphonique, en tout cas très avancée dans le temps, et qui sembla à Etelvina composée par Nostradamus même. Elle pensa qu'elle verrait des temps nouveaux, qu'elle vivrait longtemps et qu'elle n'oublierait ces loups, quoique elle doive vivre une vie de fourmi dans une ville de loups, lointaine, en tant qu'exilée.

A ma grand-mère et à mon fils.

La frontera de Portugal

En la Guerra de España, una muchacha sin dinero, con su madre en prisión y su padre escondido debajo de un mueble, traía azúcar y café a España pasando la montaña por la noche desde Portugal. Con ese azúcar y ese café sacaba apenas lo necesario para toda la familia. En su caminar a ciegas por las rocas, llevaba lo que iba a vender en un saco con un agujero.
El frío le azotaba la cara, y ella sabía de la existencia de lobos en la montaña. De pronto le pareció que se oía en la oscuridad una música apagada de piano. Como de alguien ensayando para un futuro concierto. Los lobos escuchaban la música, en unos peñascos, sentados en sillas de nogal, y una loba recostada en un diván de terciopelo estropeado fumaba con boquilla, como las grandes espías y las actrices de cine mudo.
"Aquí llega el café", oyó decir la muchacha justo detrás de ella. Estaba en medio de una gran ciudad de lobos. Habían puesto una farola altísima con carteles llenos de palabras y con banderas de color rojo, y otras eran puras sábanas mal lavadas y rotas que estaban mojadas con lágrimas. Le tendieron una pata, pidiéndole discretamente que dejase el saco al lado de la cocinilla, y una loba sacó el frasco del café que estaba en el saco y llenó una cafetera de estaño, que brillaba con la luna.
Mientras el fuego iba calentando el agua, la muchacha oyó que le preguntaban: "Y tú, ¿cómo te llamas?". Dijo que Etelvina, pero no dijo su apellido. Los lobos tendieron las tazas, cuando estuvo listo el café, y pidieron azúcar. Entonces la loba hizo gesto a Etelvina de que sacase el azúcar del saco. Pero se había salido toda por el agujero del fondo. "Debes ir a buscarla", le dijeron, "pero para que no nos delates te vamos a vendar los ojos". Le pusieron una venda en los ojos y Etelvina echó a andar montaña abajo.
Se preguntaba cómo iba a hacer para recoger el azúcar, sabía que los lobos estaban esperando para tomarse el café y que debía actuar rápido.
"Etelvina Díaz González", oyó gritar desde el pie de la montaña, "tus vecinos te han denunciado por contrabando, entrégate a la Guardia Civil o dispararemos". Ella no conseguía quitarse la venda y no veía para dónde iba, pero sabía que si se entregaba nadie cuidaría a su padre escondido ni a sus hermanos pequeños. Soldados y guardias civiles se indicaban las posiciones con trompetas y silbatos y empezaban a disparar sin esperar respuesta.
El Destino se apareció a Etelvina desvanecida bajo los rasgos de su madre Isabel, presa en la cárcel política de Ciudad Rodrigo. "Aquí estoy, hijita, para ayudarte. Esos lobos que hay en el monte bajarán a matar a los soldados si yo se lo ordeno. Pero, ¿cómo hacerles llegar el mensaje? Hijita, no desesperes, porque vivirás muchos años, verás a tus nietos y a algún bisnieto, y verás tiempos nuevos. Nostradamus, el profeta, en uno de mis libros dice que las mujeres en España llevarán pantalones, y eso sólo puede pasar cuando haya libertad y menos Guardia Civil. Tendrás que armarte de paciencia. Lleva el azúcar a los lobos. Ellos se encargarán de todo."
"Pero, mamá, ¿cómo voy a poder encontrar el azúcar, que se ha ido derramando por toda la montaña? Es de noche, tengo los ojos vendados y parece tarea imposible. Dime tú, que eres amiga de los gitanos y que puedes curar con la virtud de la magia, algún rezo o bendición que me haga recuperar nuestra azúcar."
"No seas ingenua, hijita," seguía diciendo la aparición a punto de desaparecer, "los santos del cielo son soberbios y sólo escuchan el sonido del oro, no es necesario rezar, todo lo hace la Naturaleza. Toma esta navaja, quítate la venda, y busca alguien realmente humilde que te ayude."
Etelvina lloraba porque nunca podría encontrar a alguien más humilde que ella, que vendía por una miseria el café que ella misma no podía permitirse tomar, y que estaba tan desprovista de sus padres, encargada de sus hermanos pequeños, y que ahora no sólo tenía miedo de los lobos, sino de los hombres del valle y de los malintencionados vecinos.
Algunas balas seguían silbando en el aire y Etel se tiró al suelo y llorando se iba replegando a rastras más hacia el monte, en dirección a Portugal. Algo le picaba en la barriga y luego le subía por la espalda. Era una hormiga. "Quizá tú eres realmente humilde", pensó Etelvina. "Humilde y no humilde, querida Etel," le respondió la hormiga, "porque con mi pueblo entero en pocas horas nos hemos aprovechado de ti". Etelvina dijo que no le constaba que seres tan diminutos le hubieran hecho o le pudieran hacer ningún daño. La hormiga se puso a andar y llevó a Etelvina al hormiguero. "Levanta esta piedra". Etelvina encontró debajo de la piedra un montón colosal de azúcar, que habían ido trayendo las hormigas por el camino, y se llenó el bolsillo del delantal.
Por la ladera portuguesa de la montaña alcanzó la ciudad de los lobos, que estaban esperando con sus tazas de café, escuchando todavía el ensayo.
"Sírvanse el azúcar, la traigo en el delantal. Ahora, tómense pronto el café y vengan a ayudarme a llegar a donde están mi padre y mis hermanos." Se tomaron el café y lanzaron unos aullidos que empezaron a poner los pelos de punta a los soldados que estaban en el valle. Después el piano tocó muy fuerte, una obra que parecía casi dodecafónica, en todo caso muy avanzada en el tiempo, y que a Etelvina le parecía compuesta por Nostradamus. Pensó que vería tiempos nuevos, que llegaría a muy vieja y que no se olvidaría de estos lobos, aunque viviese una vida de hormiga en alguna ciudad de lobos lejana, de exiliada.

Dedicado a mi abuela y a mi hijo.

mercredi 7 mai 2008

Odalisque n°7, 2006

Pastel sur toile, un mètre de base, par Manuel Montero en 2006: photo du tableau par Eve Livet.

Teatro de odaliscas (poème espagnol)

Teatro de odaliscas con tacones de aguja.
Manuel Montero





I El ángel visita cada noche a la enfermera (Amina). El actor es el joven marido de Despoina, y Amina le presta dinero y protesta que lo gaste en discos.


Amina:

La señora se ha indignado
porque cogí la mitad del azúcar.
Era necesario para mi hechizo.
Así se termina una servidumbre,
lecturas químicas, información salvaje.

Creen que porque un día
hicieron la vista gorda
tienen más que tú o yo derecho
a sus momentos confortables,
a sus honestos pasatiempos.

Despoina:

Ese principio, Amina, in media res
está muy bien...
Pero nuestro amado público
puede creer que tratas
de escribir otra ceremonia de criadas de Genet.

Amina:

Contaré entonces la noticia.
Porque hemos estado
deliberando la manera de presentar
la noticia pequeña de un atentado suicida poco logrado,
por parte de una enfermera filistea, desesperadamente,
que ese día no fue a la o ene gé.

Despoina:

Poses plásticas, es lo que interesa,
interiores de harén,
el tema de la mujer kamikaze,
aunque parezca que no,
da mucho juego.
Al autor le apasiona
la teología casi tanto
como la política.
La frase en hacerse,
como en hacerse joder la seductora.
Nos ha dejado indicado
que se trata de un teatro
de odaliscas
con tacones de aguja, que le interesa
lo que de cuadro viviente
tiene el teatro. Eso que liga
el adolescente inmortal y los cuadros
de Balthus
con el dispositivo exterior de Antonin Artaud, Peter Weiss…
sus reposos postreros y sus agenciamientos,
la complicación que para nosotras supone
poner un gato ahí,
porque es demasiado niña
lo que se ve.

Así que el gato no podrá faltar
en este interior persa o turco.
Lo que de cuadro viviente
tiene la mujer árabe.
Porque todo su erotismo
son poses plásticas.

Amina:

Oh, gato,
contrapunto complicado
que indicas privacidad,
yo te acaricio, sé samaritano, sacrifica tu gemido abrahamita
en el rito diverso, privado,
más griego que gitano.
A lo tuyo,
que te enerve el café
que con la leche en celo
te inmiscuyo.
No para ti el costo, no la miel,
eso te hará gato
en otro lado, en otro, cielo.

Despoina:

He visto en las películas
que desde atrás
ofrecen por andar
las enfermeras en Egipto,
donde las cosas son auténticas,
sobre tacones, agudos, atractivo.
Sobre el corto pasillo a la escucha
está el que lejos en el locutorio.

Amina:

Sí, y tú también
juguemos, pantalones
de campana zurcidos,
pelo negro o rubio,
tintado siempre con torpeza
de ruda peluquera
y ojos como nuestro gato excitado.

Despoina:

Canela que embota la capacidad
de mantenerla, clavo que también,
la calma debe estar ausente del espíritu que,
frotado, condesciende en todo arte.
Así eres gato, y la violencia
te desconoce aún, no te ha encontrado
sino el paradójico insomnio rico en sueños,
y te espanta sólo una sombra
que en su ausencia de ruido es como tú felina
y que es mi marido.
El con amplia pupila
gozará del saber.

Amina:

¿Tu marido va a venir?
Déjame untarme
una esencia perfumada y terminar
los detalles del rostro.

Despoina:

No otro que mi amor
es lo que en el arte
constituye mi auxilio al mártir.

Amina:

Haciendo gesto de que tiene
los bolsillos vacíos, con las puntas
de los dedos los saca fuera,
mudos los labios, los ojos dicentes,
surge el marido recién estrenado
que nos ha estado mirando.
Oh, veo que entra temblando,
como una mariposa tirita lista a volar.
Pareces un europeo, aunque tus ojos miran con deseo.
Debe usted instruirme; debes colocarte pronto
en tu papel, que desconozco.

Despoina:

El café debe ser compartido,
Es como un badajo,
con leche o solo, capruno por ello,
no sólo el gato, sino el mártir
se intoxica, también, del sexo débil.

Amina:

Hasta horas de amanecida
parece que quieres.

Despoina:

Es cuando como secretos lejanos,
del subfusil
Y el machete de la profecía dotados,
se abren los luceros de la milicia. La violencia envicia.
Y además la enfermera
pide cosas,
estudia, se queda
en una postura abierta, no oye
el murmullo del descanso; y descansa
en las estrellas.
Éste es un ángel.

Marido:

He leído mucho, novelas
que cuentan el fin del mundo, en el liceo.
He estudiado el papel de ángel.

Amina:

Las noches pasan y dejan
sobre mí un cúmulo de oscuridad que me incita
a consumirlas. Las habitaciones
se amplían y se ramifican,
plantas de interior y mesitas con el té
servido. Los espíritus del fuego
corretean en el patio, me llaman
para cenas insospechadas.
Se encienden los telediarios
De los buenos filisteos y de los samaritanos humanos,
todo habría que decirlo,
En lujos solitarios
Dentro del servicio
nutricio.

Marido:

Todo lecho solitario
es huevo de matrimonio.

Amina:

Más sola que la una
está la enfermera,
sin un gato, siquiera.

Marido:

Decir, qué, no sé. Son
tediosas las descripciones, bien
el examen y la escuela, celestes,
lo ponen en estado de patencia.
Como un nudo
fatigoso
las historias del cielo
se evitan, y advienen cosas peores.
Recorridos geográficos, profusos
en ideología llenan el escaparate
de las personas aburridas;
el recuento de la Muerte que es
la Historia no se desprende
ni con azúcar de su gusto pútrido.
Y aún así como cerdos
los futuros guardias y carceleros
se ilustran con basuras tales,
no procrea el mundo peores animales.
Les gustan los simuladores y los instrumentos
de tortura psicológica, compran
las témperas exclusivas para sus muñecos,
y los guardan envueltos en papel higiénico,
como primores de futuros vicios.
Conozco las explicaciones
de la maldad de los seres humanos,
hablo de ciencias y me encuentro una niña.
Aquí sin fronteras vengo
a explorar la realidad,
sólo tu cuerpo finalmente
puede ser mi noticia.

Amina:

Y sin pensarlo noticia de amor
es que me digas un poco de verdad
de los asuntos escolares que claros
nunca lo fueron
y que me lastran, y en su
inutilidad frente al mundo
me llenan de llanto. Pues nunca
supe cosa que valiera y cansa
el arrullo siniestro de los profesores.

Profesores que disparan pelotas de goma
y viajan en tanquetas (tienen
tánto que enseñar). Profesores
que deciden el futuro,
los hay que hablan cómo debe
comportarse la chica decente,
los que puntúan aunque no dicen,
los que ayudan solícitamente a escarmentar
en cabeza del inocente...

Marido:

Existe la mano zurda del que nos ha hecho,
y yo lo digo,
que sin trabas he libado en su rostro feliz, ahora.
El ángel sufre los altibajos, y se maldice
a sí mismo y a Dios en la noticia.

Concentro mi espíritu angélico,
las sienes entre las rodillas depositadas,
el cuerpo noético relajado,
y pronto estaré dispuesto
a la novedad de los cielos.
Pero quiero verte,
para cómo es el Cielo contarte,
contemplando tu cuerpo abandonado al camastro.
Alumna de tí misma
debes ser, yo he bajado a la ciudad
para amarte y ya no ser.

La noche en la lucha
de los contrarios, como una música
impúdica y desacordada, se prosigue.
No tengo tiempo
de mirarte más, termina
sola la conversación, háblale
por ahora al reloj, yo ya no existo.

Despoina:

Y así fue la primera visita, o lección,
o infusión de la ciencia del ángel, como un pecado,
como un no reconocido encuentro.

Marido:

Dulce es la nada
que tú tienes entera y colmada de detalle.
Angustiada por el café
me esperas en tus bragas negras,
en tu seda que trasparece
pezones poco o mucho frecuentados,
inescrutables.
El mal habrá conocido
y ya no será malo, en el tercer
momento, como la libertad
existió predispuesto a verse reflejado
en el momento inicial el bien.

Amina:

Yo estoy insatisfecha y en otro país
con mis amigos ir a la discoteca.

Despoina:

Pero era joven y su cuerpo evocador
se plegaba limpiamente como ropa limpia.

Marido:

Tus metáforas, recién aprendidas
en casa de la egipcia,
son como periódicos vueltos al kiosquero,
escuchemos más bien, Despoina,
lo que la enfermera
sabe de la nueva era.

Amina:

Sé que todo es sucedáneo,
menudencia,
y me siento sin alas,
pero a veces el café en mi mente
produce el efecto de un aeroplano
e intoxicada soy al fin curativa y soy astro.
En esos momentos conozco California igual que
otros santos lugares y la propia estrella matutina se informa
armoniosa con mi radio que chisporrotea como lucerna
del santo. La dulce planta
me habla, y estoy con la Humanidad.

Marido:

Hacerse grande, crecer,
Comprender la tristeza
De los otros. Éstos
son mi madre y mis hermanos.

Amina:

Córrete que ya vengo,
es como un beso reincidente
en las mismas neurosis que ya existen,
una dosis de recuerdo.

Marido:

Las lágrimas y las espumas
Del éxtasis se escapan de ti,
Y de mi cuerpo imperceptible,
sólo para ser más libres,
como vacas perplejas
estamos fuera de las leyes razonables,
jaspe e irrazonable música,
y sólo de esa manera el Hombre
que existe en la mujer podía
a su Dios interpelar y ser todo ángel.
La gran utopía está debajo, todavía,
de toda toma inmediata del poder. Hoy
vengo cachondo y tengo de tu chocho
una idea fija, fulgurante. Déjame
de rodillas rendirle homenaje.


Amina:

Que no me toque ya más
tu lengua de luz, que sea
la sombra.

Despoina:

Y de esta manera se despiden otra noche.

Amina:

Ahora contaré cómo mi padre
me pegaba de pequeña, y me haré famosa.

Marido:

El proyecto de ser artista
te subviene en medio de proyectos.

Amina:

Unas botitas de tacón,
Que respondan al cliché,
negras, de cuero,
eficaces,
con cierre de dentado
y apagado brillo, brillante
el propio cuero.
Principalmente, las medias,
murmura la lycra de estar en mis muslos,
en mis piernas la lycra aúlla y las medias
son negras, son medias
de la Luna, del espacio entre Marte
y el infinito espacio de las negras
galaxias, de las implacables matemáticas
y las hijas de Einstein,
provocativas en su concepción.
Castaño, rubio y elegante vellón, allá
mi indumentaria quedó a medias,
incompleta por sorpresa, meditada,

porque se me ve, despeinado, lo poco de pubis.
Dicen que Moisés a mis pies
les lanzó una piedra, y ésa
es la Sinagoga, y la piedra
se deshizo, porque era mixta.
Dicen que Cristo a mis pies
les lanzó una piedra, y ésa
es la Iglesia que era mixta y se deshizo.
Sus obras eran mixtas porque
el tiempo pasado no conoció la Analgesia.
La piedra se representa en mi cuerpo
importante
nutrido de café y aspirinas.

Qué he estado haciendo
sino ser importante, en la playa
o por medio de poemas y dibujos?
Cantando en fiestas de la Paz
estaba como sola en burbuja
reservada, inflexión del espacio.
Cuando el médico tuvo que atenderme
y resulté ser teóloga.
Le diré que Jesús de Nazaret
estaba enfermo de lo mismo.
Que en mi pintura el virus
de Ingres está porque también hay mujeres.
Cínica como odalisca,
extraña voluntad y almacén de verdades, la mujer,
soledad majestuosa.
Como Delacroix siente igual los tigres
melenudos o los leones en torno al frutero,
ropa que no macula la calle,
palidez y negritud en lánguido
abrazo, telas en tensión que promete goces.
Que yo puedo trazar líneas sobre el lienzo,
que, como un linimento aplicado al martir, tetanizado
y sediento de mujer,
así en el ojo la muerte de tantas flores
es plegaria que da paso a la verdad,
con su luz.
Que como Giacometti pienso
y pienso la figura para
otro cielo no mesurable, que
como Morandi presto mi ojo
a la llamada de lo muerto desde su miseria.
Que deliro, como una occidental,
que trabajo con el cuerpo,
que represento a la mujer árabe,
transporto materiales, ocupo espacios
como universitaria.
Zao Wou Ki o bien Soulages
Dejan en el cuadro unas manchas
Difíciles de entender,
Para quedarse pensando.
Es la herencia de Giacommetti,
L’École de Paris.
En salas de estudio consulto
Los mejores libros, y abierto
El diccionario más caro tiene anotaciones mías.
A veces no necesito saber leer
Para ser culta.

Marido:

Leña de los árboles intelectuales,
majestad de la materia, hacen
tus dificultades.

Amina:

El médico dirá que sufro
un trastorno, y los colores
se harán lugar en torno a mis rasgos,
y estaré más decidida, y sólo
pensaré en dinero y fama,
viajar en aviones nudistas, comer fibra,
el agua con gas, prepararme eternamente
para estar,
frecuentar los grupos de personas que desnudas
se bañan en grandes superficies con urinarios
y bidets labrados en plata.
Haré dibujos privados de sociedad,
retratos vivos como si fuesen de plástico,
pediré a los grandes su magnitud,
me la darán como se da un suspiro, y la tendré
multiplicatoriamente potenciada.
Todo será la ansiedad del cigarrillo,
en un universo escondido, sin otra
tristeza que saber de suicidios. Se trata
de un trabajo en serie que requiere
un sueldo. Pero una serie así
es lujosamente estéril como una semilla
alterada. Así dibujaré
y escribiré.
Existirán por mi culpa los museos,
y nadie sabrá qué es el Arte.
Existirán las pesadillas
con electrodomésticos, imposibles los angora
como defectos del ojo la turbia realidad habrán perdido,
todo muy años ochenta para siempre.
Existirán los museos y yo los habitaré,
contrariamente a su moral aséptica.

Aún tengo planes en los que el banco
debe confiar. Vampira de la electricidad,
seré como un gasto desmesurado y de nada
servirán mis razones y mis lunaciones
sino el morbo de ver
sol y luna en unidad. Ver
el despertar del día, ignorar
lo inmediato. Mis hermanos
podrán ser homosexuales, podrán drogarse:
seré sagrada.


II La enfermera tiene un hijo gigante que la adoctrina en armas e intifada, el actor es el novio de Amina; el hijo viola a la madre y le pide que haga estallar el mundo. Despoina es la doctora que recomienda hacer estallar la bomba en una explanada desierta, pero el novio de Amina golpea y veja a su marido, y Despoina cambia su discurso.

Despoina:

Las historias semitas en el teatro
vencen la repugnancia a mezclarse
con los mitos mistéricos
como era para ellos Tammuz, mi marido
que llamaremos por su otro nombre,
dejado de lado el magisterio angélico
de los semitas, y vueltos a la fiesta teatral
de estas odaliscas drogadas,
que es nombre del hombre que nosotras
hacemos dios con nuestro culto,
y que de Venus fue primer novio,
malogrado, el pobre, Adonis.

En otro squetch que por economía
de medios hacemos simultáneo aquí al lado
además de Marte, el novio
de Amina, homicida,
es el hijo de la Sabiduría,
sietemesino y como despojo abortado,
artífice de lo malo, sin sentido
hijo del saber sin poder ser.
Hijo del menstruo, arconte rojo,
el bebé de nuestra enfermera
en lo que tiene de desmesurada
la futura carne de cañón.

Homúnculos:

Por razones del mercado de trabajo,
y en interés del rendimiento,
el ministerio de genética
redujo el periodo de gestación
de la clase trabajadora.
Esta medida disminuye
actualmente nuestra estatura,
como conejos nos paren las matrices tercermundistas,
bajo esmerado control, y somos
homúnculos, de bajo consumo libidinal
nivelados los niveles de ansiedad
por la alquimia de los ansiolíticos,
que compramos en las farmacias
humanitarias del fondo monetario,
ahora que se ha realizado
la sociedad perfecta.

Novio:

Yo también me presento.
Soy gigante de nacimiento,
los porcentajes genéticos
asignados por la inteligencia al terrorismo,
permiten una ratio de gigantes razonable.
En términos prácticos soy un dios,
no conocen otro los televidentes,
soy celoso y terrible, decapito
haciendo en la mesa las delicias
de las mamás morbosas, y de las primas
bulímicas, como himnos se elevan a mí
las cartas al director. Yo me encargo
de darle su merecido al bicorne
Adonis, vegetariano y drogadicto, indeciso
con las mujeres, sin principios.

Amina:

Mi hijo como un muñeco
lo hago girar en redondo
lo toco donde suena
me asalta con su beso
automático.
Su largo pene
se infla con helio
y yo aplico lubricante sobre el glande
para que dentro de mí
penetre a golpetazos.
Es un hijo muy macho, cabrío
y hombruno, aficionado al bricolage.
Le doy lecciones, pues a su lado
soy la Sabiduría.

Novio:

Abre tus piernas, que enmedio
está el chocho que quiero
traspasar.
A la clase media no le gusta
la sangre, pero las ejecuciones
le parecen bien y respeta las razones
del terrorismo, está dispuesta
a sacrificarse por algo sencillo
como pueda ser su propio estupor.
Tu coño está dado de sí,
y rebota mojado mi pene con el semen
de otro. Un mártir no merece baja calidad, mamá.
Mamá voy a extirpar de tu vida
a todos los amantes que tengas.
Tienes que secarte por lo menos.

Amina:

Yo creo que hay que ser santo
para poder pintar palomas
del amor de Dios y del alma.
Tengo un proyecto de cuadro,
para un mural, será una actividad de paz,
con los adolescentes. Pero ser santa,
ser santa me ronda, estoy sola
y es un buen momento.

Novio:

Cuando haya chorreado dentro
de ti mi semen, y haya
maldecido a mis enemigos ubicuos,
cuando haya forzado tu culo,
para que por estrenar
no les queden agujeros,
pondré una bomba en tu lencería púdica,
cargaré de explosivos tu cuerpo,
y eso te hará un día famosa
y todos me mirarán.

Amina:

Observa cómo te recibo,
gimiendo como una gata,
y ten compasión de mi cuerpo de madre.

Novio:

Pronto conocerás que no hay
más belleza que en las bombas,
y me conocerás mejor.

Despoina:

La enfermera no sabe dónde ir,
y yo le recomiendo que inteligente
abandone imperceptiblemente
entre los melones la lucha armada.
Que con ayuda de un electricista
pacífico y valiente
el fuego a sí mismo abandonen, en su orgía
rapidísima de humo.
Pero ella ya embutida,
como de besos, en la metralla
se dirige a la ciudad.

Marido:

Escuchando música, cafeína
templando mi angustia en ruda mesa,
he estado hablando con otro escritor, antes,
y ahora escuchando música que le he dicho
recuerdo que busco la voz
de Marte y gruñidos nasales
obtengo sólo que mi palabra no logra
articular. Hete aquí que me esperan
en la puerta y mientras cierro con llave
me empujan y todo se parece a un lamento
de marginado, mi rostro de agredido
me lo recordará mañana, sólo
una especie de euforia
me lleva a la puerta del enfermero.

Despoina:

La violencia en uno acostumbra
como la aguja quiere que deseemos
eternamente su perspicacia.

Marido:

Modekate, un calmante inyectable es todo
lobotomía renovada y se calla
la urraca exclamatoria, y se calla
toda voz de mujer en los motores
y todo es órgano del humo
de los tanques, y los vivas
sin saber a quién vocalizar.

Despoina:

Ve pues, Amina, y que explote
el mundo. La muerte nos da
lecciones ahora muy necesarias
para dormir en el lecho una noche más
del camino incomprensible aún
avanzar más un trecho.

Sostén un poco encima de tu ombligo
el interruptor de la muerte,
que explote el mundo,
ya no discuto las razones
el mundo está maduro para explotar.
Es parte de la sonrisa
es parte de la planta, florida,
el cóctel del manicomio, la racha
obscura.




III Discurso póstumo de la enfermera. Sandwich de Amina y aparición de la señora, que pide al ángel y a Demeter que hagan un hijo, después de haber despedido a Amina.

Despoina:

Al final el mensaje no está claro.
Como váis a ver,
se practicará sexo de manera
gratuita.
Sobre la tumba de Amina
se masturban gigantes y cabezudos.
Incluso saldrá cómo la penetran,
en momia parlante,
por atrás y por delante.
Ahora, a través de los escombros
tratamos de llegar donde está
el espacio que antes ocupaba Amina.
La dinamita era de potencia media,
y poco concurrido el lugar,
finalmente, así que sólo
heridas leves sufrieron los pocos.
Poco lucido como atentado,
pero debemos por los derechos
humanos felicitarnos de que sólo
muriera ella.

Amina:

Me gustaban
los tacones altos,
pero sólo en las ocasiones
de gran gala.

Despoina:

Dispersado, el omnímodo
cadáver parece voz de multitud,
parece avispas y una amarga
miel nos corta la palabra y
debemos volverla a tragar tras haberla
sacado del pulmón.
Recojo las tabas que fueron
mi amiga y me la imagino
entera.
Y un coro de espíritus geniales
Y una orquesta con altavoces
Y con ese swing que la desesperación
Y la lágrima tienen.

Amina:

Desnuda bañada de luz
Tonificada por mil suspiros
Mírame encendida en paraísos
Soy la palabra que conmociona
El cuerpo en sueño la hipóstasis eficaz,
Porque mi desplegarme en violencia
Y en pólvora me ha provisto de sentido
Y sin sentido presiento toda lógica.
Pensar la muerte o la violencia sin la ayuda
Del cuerpo.
Crecen las ideas como sensaciones
De pánico y sucia la belleza
Aprende del ser a tejer su nada.
Como frente a un espectáculo,
El alma, de cabaret,
Abandonada al fuego espiritual
Se fascina y comprueba
La cuenta de su plenitud.

Despoina:

Ahora que es sólo fama
Podrá la enfermera de mártires
Ser y de ángeles gustada.

Amina:

Hipostasiada en toda imagen
Me penetran las miradas y los
Cuerpos hacen en ápices míos desperdicio
De su todo ser semilla
Como suelta la ostra su rehén
De luz y conocimiento.

Angel:

Sólo la cabeza
Que esconde la piel
Coeterna y eternamente sobrante
De los recuerdos y las rítmicas culpas

Novio:

Sólo la cabeza es sombra,
Disparada, macabra por excelencia.

Amina y Despoina:

El cuerpo es luz,
La onda es corporal y no la sombra.

Angel:

Que la obscena palidez
De los flemáticos ingleses

Novio:

Bellos como las manías
De las mujeres son en el naranja

Angel:

Que los monederos
Y las lápidas insondables
De los españoles

Novio:

En el naranja de la pared escribo
Mi corazon desafiante

Angel:

Que las lecciones de griego
En shorts y las canastas alarmadas,
La retórica nuclear,
Los muchos conocimientos

Novio:

Vómito del anaranjado templo
Es el caviar del universo,
Y herbácea la gnosis es sefirota barata.

Amina y Despoina:

Probemos de este cóctel
De café y pastillas para el mareo.

Novio:

El lado izquierdo del cerebro
Tiene sus virtudes, que es cartesiano
Yo no lo diría exactamente,
Está fuera de lugar, podríamos
Decir que es más icónico, podríamos
Decir que lo rige el automatismo y la matemática,
Es el que mueve ésta, la mano derecha. Es
En todo caso más paranoico, lo excita
La cafeína y las líneas
Renacentistas y exactas.
A nuestra sociedad le interesa el niño
Izquierdo del cerebro, con
Su mano derecha todavía
Inocente que apedrea.
A nuestra sociedad le interesa
Explorar en privado las virtudes del otro lado.

Es posible, querido cadáver
Que revisemos la Ley para admitir el retrato
Como fuente terapéutica particular de la clase media.
Seguir un método nuevo, saber la libertad en el desierto.
De las células prístinas al embrión
Destinadas, existen en la mórula,
Y luego ya más conscientes en la blástula y la gástrula,
Las que la piel van a formar y las neuronas.
Son las mismas de la epidermis
Las células cerebrales, por eso
Se puede decir que como piel
La mente se puede extender y tensar
Y es un pergamino sobre el que escribir,
Y en él está dibujado un mapa, de todos
Los pensamientos y habilidades.
Hoy quiero incorporar a la Ley
La ciencia cognitiva, y saber más de magia.
Versículos cerebrales, moradas de los genios.

Amina:

Pero, joven profeta, sabe
Que denso es y húmedo, y en la actualidad
Explota y se dispersa y es ruina
Donde jugarán niños al escondite y niñas,
E infectos los gatos
Harán allí su misterio y su insomnio.

Novio:

Tengo que ir a administración
para metértelo por el culo, mi diploma
de ángel que recogeré en ventanilla.

Marido:

Mis alas han cogido un tono pardo,
pardo de cansancio y sed de amor.
La materia de estas baldosas
reciba mi columna, permítaseme reposar
y gozar mi falo erecto mientras tanto
acogido por la vagina de la memoria.

Señora:

Tras dejarlos hasta el final
que terminen sus cochinadas
desciendo desde mi dormitorio superior,
que enjoyan los nuevos materiales,
a dispersar el grupo, a proclamar
que todo está olvidado,
que perdono al artista, siempre
con alguna penitencia,
como exponer el artificioso
disfraz de ángel consistente en espejos,
en turbadora circularidad de su aliento.
La manzana podrida, aunque no exista materialmente,
hay que separarla del puesto y cubrir,
con la censura del luto, empañar,
su espejo consistente en violencia.



Epílogo recitado por turnos en los saludos:

Los Ronconi de turno habrán hecho
una de las suyas, el techo salvo pavesas de cal
no se habrá caído; respecto al grupo
de estudiantes que también en lo dicho
habrán estudiado,
ellos en postales que nada dicen
habrán sido con su nombre el teatro vivo.

mardi 6 mai 2008

venus de las pieles 2007


Este pastel mide un metro en su base y metro y algo de altura. La foto esta hecha por Eve Livet.

Ce pastel mesure un mètre de base par un mètre et quelque de hauteur. La photo est prise par Eve Livet.

Neron y la catedra de Roma (poême espagnol)

Nerón y la cátedra de Roma
o
El arte de molestar al sabio.
Manuel Montero, verano,- 99.




Personajes:
Popea
Pedro
Séneca
Nerón

PRIMER ACTO
Estancia de Nerón y Popea, con un altar de Isis o Venus, y con una notable cama de frente al público y algo inclinada hacia éste, de modo que se vea sin
dificultad a los que en ella se acuestan. Salvo Pedro, que entra por la derecha, los demás personajes entran por la izquierda. El texto de este primer
acto se presenta a sí mismo como fragmentario; los puntos suspensivos marcan lapsos de tiempo no significados aquí, de modo que atraviesan con su
apertura un texto que exige ser interpretado. En el Albaicín y en Navatejares, donde fueron escritos, usé una grabadora para ajustar el verso a mi ritmo
respiratorio, algunos versos fueron cantados. La grabadora se atascaba, y se perdieron fragmentos preciosos sobre los que nada recuerdo. Popea está
haciendo una ofrenda a la diosa, tras lo cual se tiende en el lecho.


Popea: Grato, oh dioses, benevolentes, este sacrificio que os hago, séaos grato con la gratitud furiosa de los héroes, pues para vuestra pequeña
Popea y, con ella, vuestro consentido Nerón es, verdaderamente, la consumación de la felicidad poder amar por encima de las razones de estado, por
encima del presunto destino.
Amante, tan sólo Nerón puede considerarse imperioso, pues el imperio...
...porque sólo Nerón ha vencido por su voluntad las restricciones del imperio responsable. Ya le imponía su cargo un matrimonio de
conveniencia, y sin embargo, por mí, por medio de mi persona ha podido conocer el amor, deliciosa ceguera.
Sólo cuando una pareja luce por confrontarse con el vaticinio popular, cuando el pueblo, como Edipo, se interroga por el misterio del lecho
demasiado abyecto a sus ojos, sólo entonces luce, como dios alado, el amor.
Es ese irracional odio de la mayoría el que hace que se cumpla la magnitud del secreto conyugal.
Nerón pronto llegará y yo, en esta lúcida lascivia, impoluta de lo común, le espero con el clítoris ardiente, acrótera de este templo que le he
destinado, que, mujer, estoy llamada, a su fortuito pero delectable lado, a ser divinidad en la bóveda celeste.


Entra Pedro inspeccionando el espacio en todas sus direcciones.


Pedro: Veo sobre mí los astros maledicentes, sus impuras felicidades, representados en ellas con cachondo pincel.
No me ha sido difícil penetrar en la domus aurea, ya que el oro está sujeto al misterio de lo escondido, que se manifiesta y su poder
decrece en mezclas... Por designio del Ungido llevo siempre entre mis poderes las llaves que lo abren.

Popea: Contigo, impúdico desconocido, se ha adentrado la fealdad de la carne de dominio, insolente plaga, filtrándose yo no sé cómo en mi silencio
interior.

Pedro: He venido por la cloaca, fácilmente, desde la catacumba que me resguarda de las humanas persecuciones. Y no lo he hecho sino con el
designio de acercar la perla del pléroma a aquellos que inextricablemente mi sensibildad me revela misericordiosos.

Popea: Explícame convincentemente por qué testimonio viene el sudor y el polvo de tu afán a estorbar mi soberana delectación.

Pedro: Este trabajoso camino... la humanidad va dando los pasos vaticanos... se convertirá... en una nueva Jerusalem.

Popea: ¿Eres un mago judaico?

Pedro: De Galilea soy, Pedro me ha llamado el señor.

Popea: ¿El señor? ¿Conoces otro señor, servil insolente, que éste?

Le muestra un camafeo de Nerón.

Pedro: Pues... no, pues no.

Popea: Entonces, ¿a qué se refiere tu lengua proterva?

Pedro: No a Minerva, ni a Ceres, ni a algún otro de tu parentela, oh, diosa entre tus ciudadanos. A algo más profundo y escondido pero a la vez
manifiesto en mi palabra, me refiero.
Al hijo de un dios celoso, en tanto que hombre que ha sido por su sangre, pero que fue engendrado por otro dios menos celoso y menos
deforme, al hijo se refire mi lengua, quien ha comprobado en sí mismo la muerte, habiendo sido injustamente castigado, por obra de
potencias oscuras, entre los hombres, que pretendieron escarmentar en él a la progenie de la inmortalidad.

Popea: Ponen en mis oídos, tus palabras, un sonido seco y maduro. Prometen otra cosa distinta de la complacencia, de la adulación bifaz, querido
anciano. Ven a mi cama. Sentados aquí, podemos, despacio, departir de cosas distintas, diferentes del monótono quejido de los cortesanos.

Pedro: Oh, Popea, sólo con la intención de que mi milagrosa llave te abra a un mundo de luz, he de compartir contigo ese pulcro lecho que te han
aderezado tus esclavas.

Se sienta en el lecho junto a Popea. Hace su entrada Séneca.

Séneca: Perdona, emperatriz, Nerón quizá como de filósofo o de sabio, reclamaba mi consejo, creía yo.

Popea: No importa, al hilo de tu llegada puedo, si condesciendes en el lecho, hacerte trabar conocimiento con este otro anciano, que, a modo de
prédica, promete contactarnos con un dios que ha muerto, del cual sin embargo es él depositario. Y especialmente de unas llaves misteriosas que
intercomunican los mundos.

Séneca: Debe bastarle al hombre, como Dios, con la Providencia divina o Protennoia, que lo aproxima a los cielos.

Pedro: Toda diosa, dicho sea de paso, se encuentra en necesidad de la masculina divina presencia. Pues la mujer, oh, Popea, y tú, bienvenido
contertulio, la mujer carece de esa cosa recta, esa cosa derecha, ese prurito...

Popea: Bien sé de lo que hablas.

Pedro: Y sin embargo, insisto, no como mujer lo sabes.

Están los tres en la cama. Nerón entra en la estancia.

Nerón: Hacedme sitio.

Popea: Venga aquí la poesía a castigar a los filósofos.

Nerón se acuesta al lado de Popea y de los dos sabios.

Séneca: Oh, Nerón, ve como la incompletitud se malogra en el aditamento. Este que está en el lecho junto con nosotros es un pseudosabio que alucina
la ciencia queriendo incorporársela.

Nerón: Me propongo como siempre la mayor delicadeza para con los invitados de Popea.

Pedro: De manos femeninas espero que recibas la ciencia, pues, si me dejas, yo me propongo hacer de tu Popea una gran virtuosa.

Popea: Me encantan las flautas.

Pedro: La fe es más preciosa que el oro.

Popea: Así espero yo que se me tenga en esta casa dorada, por más preciosa. Siendo yo Pistis, y vosotros, filósofos, los caninos Fidos.

Pedro: Desde luego, pues en tu núcleo, no de oro estás hecha. Porque todo nacido de mujer tiene en sí una más incorruptible luz.

Séneca: Observa, pupilo, cómo este pseudosabio dirige su prédica, no al varón, sino a la caterva de las mujeres.

Nerón: Mientras sea poético...

Pedro: Oh, Nerón, examina la gracia por los profetas a tí destinada.

Séneca: Al sabio nada le está destinado.

Nerón: Permite, oh, Séneca, que hable, pues, este profeta.

Pedro: Yo solamente predico la obediencia a la verdad.

Nerón: Valorad, sin embargo, cuánto no os superaré yo, que vuestra Parca está suspensa a mi arbitrio.

Séneca: Estamos unidos, como Humanidad, en esa carrera obitual.

Pedro: Sin embargo la muerte nos convoca a muy diferentes parajes.







SEGUNDO ACTO

Nerón se ha vestido de piel de leopardo, piel que incluye la cabeza de la fiera. Pedro tan sólo lleva un paño de pureza. En el escenario uno o dos
músicos se encargan de hilvanar la escena con un cierto hilo musical.


Pedro: Quien ha recientemente
derramado su semen
puede de dos respiraciones
tener una,
en la selección de una u otra,
la cortada y perpleja
o la profunda y longividente,
reside o no la aptitud a la baraja,
a la fórmula, o al cuidado.

Nerón: Con la llaga descarnada
de tu mórbida mano
recibo de Venus abrupta
este pan.
Yo le introduzco
pequeños bocados
que llevo en mis dientes
desbarajustados.
Cuando el rey y su
leal consorte
se vuelven negros y cenicientos,
juntos deben escalar la cima inasequible
de una cordillera amontañada
de tumores y maldiciones de la medicina.
Oh, Esculapio, venimos
ambos a implorarte
unas cuantas horas
de sueño, el recuerdo
que enciende nuevamente
la casa, la prueba
de nuestra felicidad.

Pedro: Qué bien se me abriría
representar ahora el papel
de un Cristo.
Pero me resultan
brutales
sus ojos espectantes,
tan enfermizos.
Prefiero el aliento
atosigado y preciso
del émulo de Caín.
Pues Caín ha vuelto al
mundo para solventar la mengua de su sacrificio.
Las deudas contraídas
antes del Diluvio,
siquiera sean minucias
que no alcanzan,
están siendo escritas
por un escriba perfumado
con bálsamos rituales,
y luego se pondrá muy claro
para que lo vean en el centro
de todo.
Su hermano era cabrero, de
mirada hosca entre las matas de
cejas. Incineraba
rebaños enteros de animales
en un día o un mes de arrebato.
Luego se refrescaba la cara,
tras haber diluído tanta sangre
adherida.
Y no le quedaban deseos
cleptómanos, ni apetito.
En todo caso
nuestros sentidos desbocados
y nuestros vicios...

Nerón: Me está incomodando la inconstancia
de este sabor de las voces en mi paladar.
Porque mi soledad se nutre
de cantos. La voz se desnuda
para el baño,
se desconoce en la armonía
de los cielos.

Pedro: En el hijo las paternales
osadías
se liberan del manto
que las opaca.
Si te pregundas acerca
del Padre,
descubre a tus ojos eso que avergonzado
ni siquiera conoces.

Nerón: La desmesura me hará
proscrito
y para que lenguas futuras
inflamen las palabras de
mi propia creación
he de sentir cómo, de qué
modo, me estoy desplazando
continuamente por un
paraje vacío,
en apariencia de niño.
Llevo un libro cerrado en
mi andar inexperto
y a nadie por fuerza le dejo
abrirlo, pues no han de
leerme los ojos de este mundo.
Sobre mi silencio se construye
una era.
Canto gritos de silencio,
me apresuro a ganar
laureles tan sólo destinados
a mi olfato
y desde el cielo en que estoy
llamado a gobernar
veré sustituirse por cuerpo,
por caracterismos,
mis esfuerzos de persistencia
en la memoria, en mi
propia memoria,
tesoro calcinados en
los trabajos de la mente.

Pedro: Cuánto de verdad,
sorprendentemente,
ausencia peremne de sentido,
es que resulta equivalente
el conocimiento del Oculto
a verte y conocerte
a tí que por siempre estás
presente.

Nerón: Quiero inaugurar un orbe nuevo
donde los tesoros del presente
se sepan,
donde, como en una estancia
iluminada por fogosos candelabros,
sea a la luz de mi palabra
espléndida
visible el fruto de su origen.
Este orbe nuevo
no viene a revocar los antiguos
cultos, mi respeto por los
misterios,
incluso mi timidez,
han de ser manifiestos,
sino que lo consume
en florilegio, en la divina
redundancia del imperio poético.

Pedro: Hacer mundos es
deleznable artesanía.
Bien te convendría
conocer un arte
hecho para trascender
a lo increado.

Nerón: )Acaso se puede estimar
en más que en ser causa
de muerte, como un abismo,
la grandeza que trasciende
lo humano?

Pedro: Sobre un jergón
habilitado los días
especiales
para reposo
efectúo sin parsimonia
el sacramento de las nupcias.
Es un estar reiterado
en mezclarse de dos
simulacros.
Así se acerca María,
tambaleante, a Dios,
como nos aproximamos
en carne tras diluvio
resurrecta
mi esposa, que es como
el luminoso ápice de lo
corporal, y yo, que por mí
no soy nada, a lo menos una
piedra.
Pero el niño es el pan,
hijo divino de harina
amasada, que muele
desde la semilla el molino.
Este alimento que
es el cuerpo del niño ha
de ser con equidad compartido.
De sus venas libamos vino herido.
Esta es la religión y ésta
la hechicería,
que hagamos con nuestro
Padre lo que el cielo maldice.

Nerón: Bien entiendo ser
tu ritual promesa de una
voluntad negada.
Pero escasa es la virtud
sin voluntad y es antes
superchería.
Yo amo a Popea de otra
manera. Le entrego como
a divina tutriz la semilla
de un dios nuevo, sacrifico
mi parte en aras de la sabiduría.
Porque ella que es maestra,
ella lo es por compartir
como discípula del númen
la chispa del divino estar.
A ella ríndole culto propiciando
sus sueños, que con espectación
espero ver brotar
del cuerno elefantino.

Pedro: Son las nupcias
del otro mundo
siendo de cristal.
Asequibles
al ser humano,
no importa cual.
Lo atraviesa
la luz divina
ultraterrenal.
El alma
se sube en medio de danzas
a la escala musical.

Nerón: Yo no encuentro
tan cómodo tu lecho
de cristales.

Séneca: Siempre se siente
más despacio
que el que lleva el mando.

Pedro: La intuición
se alimenta
con el conocimiento.
Toda esperanza
de curación
se inflama y arde
con la palabra.
Por eso desciende
en medio de disfraces
apasionados, sufrientes,
el verbo, burlador de los arcontes,
que tienen sobre nosotros
menos parva autoridad
y que imprimen
su máscara en los condescendientes.

Pedro: No haré donación
de la margarita del padre
al hombre hilético
sino que, como
emperador, le pagaré
el tributo por el que
testimonio la clausura
celeste.

Nerón: Mi teología ad hoc,
teátrica, espectacular,
todo lo abarca.
Miradas al cielo
que tan sólo captan
algún detalle,
porque no se pueden
entender
todas las acciones,
todos los aspectos,
de mi comportamiento,
pues bien claramente
observo,
en el vaho de mi imagen,
los trazos superiores.
Yo soy el teatro,
y es por mi persona
por la que se escucha
el orden, se escuchan órdenes
venidas del démon que me anima.
En cuanto al fin de los tiempos,
esa desilusión de todos los días en que se complace
la desdicha,
pocos y encanecidos
habrán de ser los hombres
y las venerables matronas
que asistan al óbito
de lo mundano.
El fin del mundo
será contractual, deseado,
en un páramo de aromáticas
y novísimas plantas. Por el paraje
casi vacío
veremos pasear, con
paciencia ansiosa,
a los rezagados santos,
al pequeño grupúsculo
humano,
deudor aún,
por unos cuantos días,
de la providencia etérea.
Habrán de reunirse
una última vez
para tener la plática
novísima.
La novedad final,
en forma de incendio
universal,
los ha de desnudar
de sus prendas
de ceniza.
Mientras haya castigo
existirá la vida sublunar,
de modo que la justicia
que represento,
por deseo de ser lugar
de mi última pureza, la
del orbe de plenitud,
a tí, que sedicioso
anuncias el fuego eterno,
me ha instituido a serte,
en un gesto
humilde, ejecutor de tu deseo.

Pedro: En mis ansias
de por el martirio
ser escenario de la escena salvífica,
en mis ansias de delirio,
de final delicado,
me asiste bajo la
máscara del mundo
el maestro peremne,
resucitado.
Soberbio y ciego yo,
si por repugnancia
de mi mesa me negara
a condescender
en bestias aún no benditas,
pues el paraíso
está en el verbo
del mártir.
Hay una llave
por la que el mundo
se hace tan ligero
que sólo
un eco cadente
invisible, inexistente
queda como poso
del que la carne
se desnuda.
Nos trasladamos, como somos,
a la plenitud ultraterrena.

Séneca: ¿Quién hay de tan soberbia
y desenfrenada arrogancia
que en esta inevitable
necesidad
de la naturaleza
pretenda que él y los
suyos hayan de ser
exentos, queriendo
libertar alguna casa
de la ruina
que amenaza a todo el orbe?

Pedro: Grande, sin duda,
es el misterio
de la piedad.
Pues nos vemos manifestados en la carne,
hemos sido justificados
por el Pneuma,
nuestra piedad
ha sido mostrada
a los ángeles,
predicada a las naciones,
creída en el mundo,
y ensalzada en la gloria.







TERCER ACTO
Se escenifica el cuadro viviente de la muerte de Séneca, en su bañera, y de Pedro, crucificado cabeza abajo, tras de lo cual se apagan las luces.

En un escenario sembrado de voluminosos bultos, Nerón va evolucionando como quien es perseguido e intenta despistar a sus captores. Con los últimos
versos desaparece por un lateral.


Nerón: He imperado
totalmente sobre los
sabios, haciendo que se
cuenten mis pareceres,
obligándoles...
Como quien viejo
pierde un diente, la
humanidad se ha de
doler de mi ausencia,
incluso si se propone
extirparme de su recuerdo.
El mundo pierde hoy
un gran artista, tanto como
creador, como cuanto creador
de futuro, esto es, intercesor.
Yo he intercedido, por más
que los cristianos crean
la muerte única intervención
de la persona en un mundo ante su propio juez, yo
he intervenido en el caótico
convite de los que
descienden del cielo.
En el momento final, parecen
predicar ellos, estamos
solos su Dios y
yo. Pero )cuál es mayor,
si yo me hago autor?
Solo con el Dios que
mis manos han modelado,
mi propia muerte. Oh, Cristo,
doble ridículo.
Por tí muere para mí
el mundo. Soy la imagen
de un desvelamiento.
Jesucristo de los idiotas,
ese eres tú, espejo deformante
de los vivientes.
El artista debe ser ateo para
actualizar la realidad, para interceder
por el mundo.
Cuánto me gustaría apartar
de mis labios esta copa
amarga del ser divino,
eludir el destino, tan
sacrificial.
Que el mundo sea
arpa, espada, o reloj, qué
importa, si no hay nada
más.
En los vericuetos del
espacio interatómico, según
decía Epicuro, moran los simulacros.
Y de éstos no hay
que preocuparse, puesto
que tampoco ellos lo hacen.
¡Quién sabe si yo allí
a donde voy no seré uno de ellos!
Ha venido el ojo a llenar
el silencio. Pensaba mi
estoico maestro que el ojo
tenía una ley y que estaba
habitando en la Naturaleza,
me ayuda el miedo de verlo
volver a la vida.
En cuanto al pedrusco
cristiano, ha de tener la
posteridad del íncubo.
¿Acaso la finitud del
odio ha venido a verificar
lo divino? ¿No habéis
rascado la cal del orbe para
descubrir negras piedras?
Ah, Pedrusco, qué gran mentira
tus novísimos anuncios,
un pedrusco
en mi masa encefálica
que yo debí cauterizar mejor.
Afectado moriste en
una cruz, queriendo darle
vuelta a los cielos.
Seguir viviendo es la
ofensa que te me aproxima.
Yo que trabé conocimiento
con las inteligencias
y ahora, desnudo de mi imperio,
sin sombra de voluntad me apresto a
elevarme.
Dulce como la sangre
ha sido la vida.
Como la abubilla,
como el jilguero,
he promovido al aire
el color de mi vuelo.
Los Icaros ficticios
corren a encontrarse en
la humillación
pero yo sin embargo
estoy invitado a los
techos, que el hambriento
poeta escruta desde
el pobre camastro.
Vocero de tranquilidad,
Séneca no alza ya más
el vuelo.
Alguacil de la cebolla,
el fantasma de Pedro,
Pedrusco oscuro, vagabundea
por los ministerios de la muerte.
Esta es nuestra posteridad.
No seré denostado ya que
otros lo dejaron.
Que los otros no se
equivoquen pensando que mi
mente se miraba a sí misma
pues lo que contempla mi
razón es el último mundo.
El ultimísimo mundo
lo incendiaron los cristianos.
Cristo será un Hermes
de rostro calcinado, sus
brazos me parecen los
tizones de un patíbulo ardiente, que
quema en un bautismo que echa humo.
No será el único
ni el último.
Por lo que a mí toca, yo no he delegado mi destino en más triste joroba. He consentido en encarnar el furor de los poetas.
Si cojéis una tablilla mía, veréis de mi puño y letra correcciones, notas al pie, paréntesis.
He sido leopardo en mi circo secreto, sin consentir en hacer de la fiera el representante de mi ojo.
Los mismos pensamientos los forma el ojo, anticipándose en la visión.
Si algo tiene la valentía es que la poesía se te impone.
Mio sea el desquite flamante de tener otra bandera.


Sale Nerón. Los músicos han ido dejando de tocar desde "por lo que a mí toca...". Final.