Un ratón que vivía del queso ajeno y una mariposa musical o una paloma de luz se encontraron en un baile. "Quisiera tener una casa llena de queso como tú", le dijo la paloma. "Cásate conmigo", le respondió el ratón. La mariposa, es decir, la paloma de luz, estaba tan contenta que se puso a girar y girar un rato alrededor de la bombilla del salón. Hay que ver qué conquista acabo de hacer, se decía.
Mientras ella estaba revoloteando así, se acercó al ratón una avispa, o era una cucaracha acompañada de su amiga la avispa. Se casaron las dos con él prometiéndole todo el queso del mundo, que en realidad no tenían. Pero eran grandes mentirosas y siempre le decían que estaban a punto de heredar una tienda de quesos.
El ratón, hambriento y desgraciado, un día fue picado por la avispa. El veneno lo puso de color verde primero, luego amarillo. Iba a pedir ayuda por la ventana y vio cómo la cucaracha y la avispa se escapaban en el camión de la cucaracha. Lo habían dejado solo, temiendo que muriese y acusasen a la avispa o a la otra.
No tenía ninguna medicina eficaz, y su voz era débil, así que fue a mirar en el trastero y encontró una cosa que había fabricado la avispa para pasar el rato. Un avispero de papier maché, que ella hacía con la boca. Todo estaba a oscuras y el ratón separó un alvéolo del avispero y se dio cuenta de que por su forma podía servir de lámpara. Arrastrándose, con las patitas paralizadas por la picadura de avispa, llevó la lámpara a la ventana y la enchufó como pudo.
Esto servirá para alertar a los vecinos, pensaba él asomado a la ventana. El aire de la noche lo refrescaba un poco. Un enorme deseo de queso lo atormentaba. Llamaron al timbre y él dijo "Adelante". Como nadie entraba, fue hasta la puerta y la abrió él mismo. No había nadie en la escalera.
"El veneno de avispa, en este tipo de casos, se cura solo al cabo de..." La paloma estaba vestida de enfermera, muy guapa, con sus seis patitas en la ventana y sus alas alrededor del cuerpo. Miraba su reloj de arena y su libro. "...al cabo de dos minutos".
En la noche, los búhos eruditos expresaban de vez en cuando alguna duda profunda, siempre acerca del significado de la letra U. El ratón y la mariposa musical fueron felices hasta el final de sus días y dejaron asombrado a todo el mundo con su boda, tan original.
mercredi 18 juin 2008
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