vendredi 15 janvier 2010

Bhartrihari & Baudelaire (bilingue)


La poesía de Shiva en la India puede ser arbitrariamente puesta en paralelo con Baudelaire y con el decadentismo de D´Annunzio. En uno y otro parecemos descubrir un eco del renunciamiento de los ascetas, por la circunstancia de malditismo del uno, por la torre de marfil del otro. Si consideramos los dos ejemplos de shivaísmo literario que conocemos, el vagabundo Bhartrihari nos puede parecer una anticipación de la errancia estética de Las flores del Mal, y el clasicismo precioso de Kalidasa, eso sí con un poco más de dificultad, nos puede hacer pensar en el esteticismo pronunciado de Gabriele d´Annunzio. Pero si estamos dotados de una imaginación aficionada a las proezas de la interpretación, el punto más seductor es lo que los poetas indios nos cuentan de Shiva, reforzado por el hecho de que no es imposible pensar la influencia que las tempranas traducciones de ambos poetas indios hubiera podido ejercer sobre ambos poetas europeos. ¿Albergaron D´Annunzio y Baudelaire el rescoldo de alguna experiencia shivaíta de contemplación y de metafísica de lo cíclico y de todo lo que comporta el culto de Shiva? ¿Es acaso otro italiano, Giorgio de Chirico, en su pintura "metafísica" alguien influenciado por el creciente interés por el esoterismo de la India en el momento de su educación sentimental? ¿No tendría así más sentido el sarcasmo con el que se desvincularía a continuación del surrealismo y especialmente del movimiento surrealista en lo que toca al materialismo dialéctico marxista (André Bretón, etc.)? Nos sale al paso la cuestión interesante de oponer el vocablo, tan propio a los intelectuales de su época, de "compromiso", al vocablo bajo el que se reúnen los poemas shivaítas de Bhartrihari, que es "renunciamiento".

La poésie de Shiva en Inde peut être arbitrairement mise en parallèle avec Baudelaire et le décadentisme de D'Annunzio. Dans l'un et dans l'autre nous semblons trouver un écho du renoncement des ascètes, par la circonstance du mauditisme de l'un, par la tour d'ivoire de l'autre. Si l'on considère les deux exemples de shivaïsme littéraire que nous connaissons, le vagabond Bhartrihari peut nous sembler une anticipation de l'errance esthétique des Fleurs du Mal, et le classicisme précieux de Kalidasa, bien-sûr avec un peu plus de difficulté, peut nous faire penser à l'esthéticisme prononcé de Gabriele d'Annunzio. Mais si nous sommes doués d'une imagination chérissant les prouesses de l'interprétation, le point le plus séducteur est ce que les poètes indiens nous racontent de Shiva, renforcé par le fait qu'il n'est pas impossible de penser l'influence sur les deux poètes européens. Ont-ils abrité D'Annunzio et Baudelaire la braise d'une quelconque expérience shivaïte de contemplation et de métaphysique du cyclique et de tout ce que comporte le culte de Shiva ? Est alors un autre italien, Giorgio de Chirico, dans sa peinture "métaphysique" quelqu'un d'influencé par le croissant intérêt général à propos de l'ésoterisme de l'Inde au moment de son éducation sentimentale ? N'aurait ainsi plus de sens le sarcasme avec lequel il s'éloigna ensuite du surréalisme et en spécial du mouvement surréaliste dans ce qui touche au matérialisme dialectique marxiste (André Breton, etc.) ? Ainsi vient nous rencontrer l'intéressante question d'opposer le mot, si propre aux intellectuels de l'époque de De Chirico, du "engagement", au mot sous lequel se réunissent les poèmes shivaïtes de Bhartrihari, qui est le "renoncement".

Les agradezco que hayan seguido leyendo hasta aquí. Confieso que tengo una preferencia por las ideas impensables, que producen una suerte de imagen mental nueva y, por lo intensa, placentera, pero que puede no ser compartida, ya que para el sentido común aparece como una excrecencia a depurar. Hay en la experiencia mística del extranjero, como en la del maldito o el decadente, para el hombre medio, un mal olor intelectual, un atisbo de repugnancia que le hacen descartar todo valor en su discurso. Mi propósito es no quedarme en la ensoñación de una idea crítica cogida por los pelos, y profundizar en mi lectura desde esa primera intuición superficial, que pudiera responder a una realidad profunda, pero que no me encuentro preparado para demostrar. Por otro lado, ¿ por qué debiera ser mía esta idea, y ser yo la persona destinada a demostrarla ? ¿ No he hecho suficiente con asociar algunas ideas en un momento de inspiración ?

Je vous remercie de me lire jusqu'ici. J'avoue que j'ai une préférence pour les idées impensables, qui produisent une sorte d'image mental nouvelle, et, de par son intensité, plaisante, mais qui peut ne pas être partagée, puisque pour le sens commun elle apparaît comme une excroissance à expurger. Il y a dans l'expérience mystique de l'étranger, comme dans celle du maudit ou du décadent, pour l'homme moyen, une mauvaise odeur intellectuelle, un perçu de répugnance qui le font laisser tomber toute appréciation dans leur discours. Mon propos est de ne pas rester dans l'enivrement d'une idée critique prise par les cheveux, et approfondir dans mes lectures depuis cette première intuition de surface, qui pourrait répondre à une réalité profonde, mais que je ne suis pas prêt pour démontrer. D'un autre côté, pourquoi devrait être mienne cette idée, et en être moi la personne destinée à la démontrer ? N'ai-je pas fait assez en associant deux idées dans un moment d'inspiration ?

Un certain piétisme dans la malédiction pesant sur Baudelaire le met en rapport avec la religion chrétienne. Chez moi l'expérience du yoga m'a tourné sérieusement sur ma propre enfance religieuse. L'envolée vers la manie de l'esthétique en est la conséquence, cette fois-ci dans la poésie, mais aussi dans l'anachronisme du style en peinture.

Un cierto pietismo en la maldición que pesó sobre Baudelaire lo pone en relación con la religion cristiana. En mi caso la experiencia del yoga me ha vuelto seriamente hacia mi propia infancia religiosa. El vuelo hacia la manía de la estética es su consecuencia, esta vez en la poesía, pero también en el anacronismo de estilo en pintura.

8 commentaires:

Elvira a dit…

Siento llegar tan tarde a esta entrada, MM. Me llama la atención lo que dice sobre las consecuencias de la práctica del yoga. ¿Está practicando yoga? Claro, habría que preguntar qué clase de yoga, aunque da rabia hablar así. En qué condiciones y eso. No entiendo la práctica del yoga como algo religioso en absoluto, por eso lo digo. Pero encuentro muy interesante que surja esa idea hablando de Beaudelaire y D'Annunzio.

Manuel Montero a dit…

Es usted muy fina, Elvira, y por eso quería yo verla cara a cara un día (con dos cafés de por medio, en todo caso). Tras una esperiencia desastrosa con el yoga esotérico, encontré el yoga laico y serio del Instituto Ruchpaul. Hablo de ello un poco en una de mis novelas que se venden en Amazon (vid. Desde el hotel, vol I y III). Recuperé la facultad de dormirme rápido, pero sobre todo, sin intervención alguna de la profesora en ese sentido, me puse a escribir cuentos para mi hijo. Ya le contaré cuando nos veamos, porque es cierto que por mi lado (de por libre...) seguí interesándome por el aspecto esotérico que el Método Ruchpaul parece dejar "en suspenso".

Manuel Montero a dit…

experiencia y no esperiencia (errata)

Manuel Montero a dit…

En cuanto a la clase de yoga, el método de Ruchpaul es un método de hatha-yoga. Es decir, la respiración y las posturas, en ese orden y sin visualizaciones dirigidas ni meditación obligatoria. Ya sólo eso es en sí complicado. Yo no sabía respirar, y la experiencia catastrófica de la que hablo me había bloqueado totalmente la respiración abdominal. También era incapaz de contar de uno a cuatro mi respiración, para que se haga una idea de la dificultad de mis pequeños progresos, y de la grandiosa modestia, si se puede decir, del método Ruchpaul.

Manuel Montero a dit…

Y ya que me he puesto a responder le diría que Baudelaire con su métrica, sonetos, rima, etc, ganó para mi mucho en matices en el momento en que lo pude leer "respirando", como ocurre con toda la poesía e incluso la buena prosa.

Elvira a dit…

No conozco el método, pero me interesaré ya que a usted le ha ido tan bien. Respirar es lo primero y lo último que hacemos, dice Iyengar, de ahí su importancia. No he probado a leer a B teniendo en cuenta la respiración. Pero me gusta hacerlo en voz alta; así es mejor respirar bien.

Elvira a dit…

Cambio mi café por un sencha, ¿de acuerdo? O un roiboos. Pero acepto, encantada.

IZQUIERDO a dit…

Me encanta ese dibujo Manuel, la postura de los personajes... parecen animales reposando y disfrutando la noche ante la mirada del aguila.
En cuanto al yoga laico, me lo miraré a ver si aprendo a respirar y a centrarme, llevo mucho tiempo sin poder dormirme rapido como dices, soy mas noctambulo que otra cosa pero el acúfeno que me acompaña desde hace 4 años tambien hace lo suyo.