OFICIO DE TINIEBLAS

es en el musgo y las setas, esa cama
en ella duerme un río, casi la fuente del agua, y las plumas sobrenadan en sombra
y como un resorte me tomé un café y odié la vida
la petite mort
quisiera ser un inquisidor sangriento
por deformación literaria
insultar largamente lo más sagrado
pero se va pasando
en el agua en la que me he bañado no había nada, no estaban las falsas amistades, estaba el sol oculto, la luna, la piedra
los ciervos inexpertos se enredan para entrar

han puesto cines eróticos alrededor de ese lecho lustral, y extraños excursionistas se apelotonan entre el río y las taquillas
pero poco a poco uno descubre que son gatos, una ciudad de gatos, silentes como piedras, y solemnes como el violoncello de Bela Bartok
los hombres han muerto, hace un mes ya, en el planeta, no hay niños, sólo gatos y mujeres en la soledad
es una producción de maníaco