mercredi 30 novembre 2011

go (gloire à Amy Winehouse et à mort les musiciens nuls)



When I hear your musical point
it seems to me you’ve never smoked a joint
and never set ointements on you
and never, never tasted hemp and paper of a Bible or a comic-strip

lundi 28 novembre 2011

fan art (Amy tou the Père-Lachaise)



la cortesia y la carne (10) vanitas


la imagen está tomada por el autor en su taller

la banda sonora de este capítulo, para invidentes, para posibles analfabetos, con mis respetos, o para quien quiera oirme, se encuentra en este enlace


les aconsejo, si no, volver siempre a la imagen, y si posible ponerse en presencia constante de la visión y del sonido


Escucho Amy Winehouse y entonces, sobre una estatua funeraria francesa, conforme atravieso como de costumbre el Père-Lachaise para venir al taller, se me ocurre dibujarla con toques de color marrón brillante y rosa, más azul para maquillar la sombra de los párpados y amarillo para adornarla de oro, sobre una imagen femenina recostada, pensativa y como sonriendo de lo que piensa, que se encuentra en una escultura funeraria de la iglesia de Santa Catalina. Al mármol incoloro se añade que la foto de la escultura es antigua y en rotundo gris y blanco y negro. Me digo que se lo voy a mandar como postal por facebook a mis amigos músicos, y que es fan art, pero al mismo tiempo tengo en mente la sintomática Simonetta Vespucci que tanto aparece en el arte florentino que sucedió a su muerte prematura.

Me digo que Amy está fuera de juego para mí, que se trata de un guiño a personas femeninas y artistas que me rodean hasta el punto de ser la única gente con la que trato. Como don Giovanni en la ópera de Mozart, tengo mi propia lista. Al mismo tiempo tomo conciencia de que puede ser que deba agradecerles como una gracia profesional hacia mí que me dejen dar visibilidad a mi trabajo, tan horny, tan crazy cock. Así que mi postal de Amy Winehouse, con los paseos por el Père-Lachaise casi a diario, me llevan a lo que es el fondo de la canción, el treno, el canto fúnebre a la Muerte en sí misma. Dicen que es una temática muy española. Y de Nueva Orleans : Back to black.

El silencio es la piel, el punto de contacto entre carne y cortesía.

A más razón que aquí somos todos políglotas, en esta especie de paraíso que es París, como lo puede llegar a ser la aldea global en sí.

Lo particular que nos sitúa en el amor cortés y no en la pura chufla vital de Quevedo (a pesar de su notoria elevación como hombre de letras y de corte), es el hecho de que cuando yo, por ejemplo realizo retrato femenino, suele ser fan art con tanta propiedad como la postal de Amy Winehouse coloreada con pastel Sennelier y fijada con laca. Los retratos al óleo, algunos de los dibujos a lápiz, suelen ser oportunidades casi de paparazzi en tanto que las mujeres que me rodean están todas tejiendo su propia leyenda para los siglos por venir. Si consigo además que Alexandra Varrin pose, ella que es rubia y con un físico adolescente, y que escribe literatura de sex symbol con revuelta filosófica (algo que antes sólo se veía a esa escala en alguien como Anaïs Nin, o si me apuran en Elsa Triolet, la mujer de Louis Aragon), tendré lo más cercano a una Simonetta Vespucci canónica. Pero me digo que mis primeras Simonettas fueron las Dark Simonetta, imaginarias o reales, dark en tanto camerunesa la escritora y periodista, tan guapita ella, Julie Oyono (Juline B), o dark en tanto modelos de sadomaso, como la novelista y crítica de cine y literatura Dahlia (Chloé Saffy), o dark por el lado punk, por el lado burroughsiano y nihilista en el caso de la israelo-francesa Marie-Agnès Michel.

Poco a poco vuelvo a mirar los retratos y desnudos de Eve Livet, mi pareja, y nada dark, en tanto que también son fan art, por lo que de leyenda underground de la fotografía tiene ella en su trabajo artístico. Dejando en suspenso el carácter crítico y políticamente molesto de alguno de sus libros. Sus fotos suscitan pasiones, y han sido sometidas por ella misma a severas cuarentenas. Una artista que se pone la dificultad máxima en el aspecto técnico, que es trabajar con negativos y con cámaras antiguas de difícil y sobre todo dispendioso manejo. Y eso con una situación de silenciamiento y de aspereza social que tocan de cerca la gran soledad. La propia reflexión de la muerte, no sea que empezando por sus fotos recientes de tauromaquia, pero desde hace décadas, remontando a los desconcertantes bodegones en blanco y negro donde el ingrediente teatral y como de juego, de seducción claramente cuando enseña su bellísimo pie, introduce el algo de canción de mujer que tiene en ella la poesía fúnebre. En la pura tradición de su actual barrio, Ménilmontant, donde han vivido Edith Piaf, Barbara, y todas las grandes, antes y después del paso por la música del Existencialismo...

Quizás en ese aspecto mi pintura, en una lectura musical, es un Hymeneo, donde la esposa, sobre la que se inclinan fascinadas o envidiosas las otras Hijas de Salomón, es la Esposa del Cantar de los Cantares. Nigra Sum sed Formosa. Dark Simonetta vendría a significar que aunque no lo parezca, la cortesana más memorable es la mujer con la que se vive, y quizás por eso realicé algunas obras muy explícitas en las que yo mismo aparezco en el cuadro en plena copulación o en alguna otra postura de la relación sexual. La cortesía vendría a consistir en la extraña Providencia que rige la verdad y la mentira. Cómo se cae definitivamente en la verdad cuando se elige la obra de arte como memoria... Ja, ja, ja, pero estoy hablando casi como si hablase desde la tumba, como pinto.

Escribir es hablar con las manos. Y solamente es cortés cuando media el juego de silencios de la música y la rítmica. Hay qué saber qué música se escucha cuando se mira una pintura, incluso cuando se escucha lo que alguien dice.

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samedi 26 novembre 2011

Qasida 9 de garcia lorca par manuel montero

Qasida 9 de garcia lorca par manuel montero

mon travail d'hier soir





la cortesia y la carne (9) anoche






Sobre la carne en relación al dualismo habría mucho que decir tomando como tema de estudio el "perfil intelectual" de Zinaida Hippius. El rompecabezas de un barroquismo como el de Quevedo, el laberinto de lo político en lo que tanto asemeja un oscuro Góngora, y solitario, su arte al de los actuales iluminados entre los que me incluyo, se verían resueltos por alguna Ariadna que transitase del amor cortés medieval hasta nuestra idea de progreso.

Mi hijo me acaba de recordar, cuando le hablaba de Pierre Merejkowsky y Pierre Klossowski como de dos "maestros", que "no hay ni maestro, ni discípulo", una aserción de Sexto Empírico que yo debí comentarle cuando era más niño y que no esperaba que él recordaría con tanta pertinencia.

Le recuerdo que la profesión de Sexto, y de buena parte de la escuela escéptica, era la medicina, y él me suelta una humorada más sonora aún, que ya no viene al caso. Si no, todo había empezado cuando mirábamos juntos la foto de Zinaida en la portada del libro de Temira Pachmuss. Yo había leído acerca de la controversia del amor a tres, que para los detractores de Zinaida, que lo asociaban a la pura gimnasia genital, venía a desmerecer de la elevación de todas sus otras ideas. Ahora, buscando la fecha de la foto de la portada, he encontrado una foto del apartamento en el que ella vivió en San Petersburgo, antes de exiliarse. Me encuentro siderado de reconocer un modelo de sofá parecidísimo al que, heredado de mi tía Conchita, yo tuve, ya bastante estropeado, los años en que viví en Granada en pareja. Me encuentro siderado también porque ayer o anteayer mi madre me consultó si quería conservarlo en mi taller, ya que no podía quedarse en mi apartamento, y yo, no sin nostalgia, le dije que no cabía en el taller, ya lleno de cuadros y libros.

La cifra del amor cortés es tres. El tres no supone sino un poder singular de la memoria para rotar en el tiempo, del futuro al pasado. La pintora y poetisa con la que yo vivía en la casa de Granada, Lía Guerrero, que me ha dado un hijo y un impulso especial en el saber hacer pictórico y la recitación de versos, era muy defensora del amor cortés, con un peculiar imaginario en el que a la mística de Zinaida, de raigambre, por lo que sé, rusa ortodoxa, venía a sustituirse el peculiar espiritismo de la santería colombiana, y especialmente el sincretismo cosmopolita de la magia bogotana, ligada al vanguardismo poético y al ingrediente urbano de tipo cabalístico, presente en el humor negro de la capital. La proyección sobre el progresismo marxista también era un ingrediente en nuestro caso. Nunca pudimos dejar de sentirnos minoritarios en una sociedad que se creía más lista que nosotros y que nos ridiculizaba como en su tiempo pudo verse como un contrasentido la sutileza difícil de encasillar de una rusa blanca y roja al mismo tiempo.

¿Y el verde cinabrio? ¿Y el verde esmeralda? ¿Y el verde oliva, más profundo todavía? ¿O el verde "vejiga", que de niño me intrigaba en su tubo pastoso y resinoso? ¿Era el verde lanugo de mi hermano Fernando? Antes de que naciese mi hermano, mi padre había hecho de mí un aprendiz avanzado en el aguafuerte, y me había recitado hasta hacerme memorizar : Verde que te quiero verde, verde viento, verdes ramas. El barco sobre la mar, y el caballo en la montaña.

Y más aún : Con la sombra en la cintura, ella sueña en su baranda. Verde carne, pelo verde, los hombros de fría plata.

En el colegio, Don Antonio, que nos daba Historia, nos explicaba este pasaje del poema como la imagen poética de una joven mujer que se ahogó en un estanque del Albaicín, nuestro barrio, cubierta de algas microscópicas, en un carmen o casa con patio de una calle que estaba cerca del colegio, y por cuyas rejas nosotros podíamos aún ver el estanque de ladrillo, vacío. Cuando nos explicaba la historia de crimen pasional de la ahogada, las niñas no perdían detalle y yo me despitaba totalmente, hasta el punto de que no podría decir qué pudo contar Don Antonio.

Y tuvo que llegar Lía Guerrero y mentarme a la Dama de los cabellos ardientes, del poeta colombiano Porfirio Barba Jacob, poema que es un canto a la marihuana, a la manera en que otros simbolistas en Europa, como Baudelaire, escribían sobre el haschish. El verde seguía siendo botánico, de una u otra forma.

Solamente, en un paso por la soledad, leyendo el libro hebreo de Enoch, encuentro que para mí este color, presente en la mirada del ángel, viene a hacerme visualizar todo el bagaje errante de la judeidad. Sin necesidad de pasar por el esmeralda, de la mesa alquímica, de la piedra preciosa más característica de Colombia, también, me encuentro con el verde cinabrio, un verde también alquímico por ser uno de los leones o maridajes del azufre y el mercurio, de la doble posibilidad del solve et coagula. A pesar de todo, ninguna novedad, solamente una visión intensa de lo que ya estaba ahí. La judeidad estaba en el humor de Polansky, del que ya me hablaba en susurros mi padre en esa época en que yo sabía hacer grabados pero aún no escribir. La judeidad estaba en Lía misma, por su nombre y por sus antepasados en parte rusos.

Existe un primer momento en que hago uso del verde a título religioso, como cosmético de los ojos, y es en un gran formato a lápiz de color, extrañísimo, para el que Eve posó largo rato desnuda en una pose difícil, que enmarcamos con moldura de plata y protección de metacrilato, y que tuvimos que transportar a la exposición del Salón Edipo en furgoneta de alquiler, y que titulé Retrato de la madre de San Agustín, porque Eve ponía en escena al personaje de la hetaira Mónica en mi novela alejandrina Pleroma, que tiene una estructura teatral y de catecismo pornográfico en la tradición de las novelas de simulacros de Pierre Klossowski o del propio Marqués de Sade. Es uno de los cuadros por los que Elisabeth Roudinesco, la más importante historiadora del psicoanálisis francés, me felicitó con una gran sonrisa.

Si lo cuento todo de forma inmediata, aparentemente a medio camino de una carrera casi anónima, es porque justamente nada me garantiza poder contarlo ulteriormente.



...

l'ange murmure


La Magie Noire était condamnée par la loi romaine en rapport avec un délit presque synonyme étant la murmuration. Je regarde la richesse artistique du vaudou et ne peut m'empêcher de penser aux mots que le faiseur de fétiches lui adresse à voix basse. En cela, qu'on me parle des secrets d'un dieu ou d'un mortel, ce ne peut être qu'un contre-pouvoir, comme le rêve ou la folie implicites au domaine du sorcier. C'est ainsi qu'on assimile au maléfice tout un art, remettant la culture qui l'a produit à une position de prisonnier ou esclave. Les lois françaises contre la diffamation, notamment sur internet, même quand elles ne sont pratiquées dans des procès, dessinent ce que va être l'attitude du pouvoir dont le renversement a commencé en Tunisie.

Quand la diffamation s'exerce massivement sur des profils de la part du pouvoir politique et spectaculaire, elle est considérée du maintien de l'ordre symbolique, l'unique colle qui puisse bien cirer le lien social. Mais elle désigne de boucs émissaires, sacrificiels, qui vont être des populations vivant sous une diffamation d'état. La notion d'étranger reste douteuse, archaïque au dégrée le plus dangereux. A l'interdiction du murmure suit l'institution du pouvoir en tant que société sécrète, dont le spectacle politique est la seule vérité. Le caractère injuste, tyrannique, esclavagiste, des faiseurs de lois est cacheté par le silence des profils sociaux, et bien en dedans, de chaque artiste. Et pour la Magie Noire, le peuple dans l'ensemble n'est composé que d'artistes.

mercredi 23 novembre 2011

odalisque 231111 (Eve in the manner of Rumi)




photo Eve Livet :
"atelier de Manuel Montero le 231111"



mardi 22 novembre 2011

chansons néo-pauvres

*

en collaboration avec Auddie, Cécile Delalandre et autres


Elle (1905) depuis l'anglais traduction de Zinaida Hippius. par M.M.

Elle (1905) depuis l'anglais traduction de Zinaida Hippius. par M.M.

Pas possible





*

Ce matin je manipulais des explosions en champignon, j'avais la destruction atomique qui s'allumait devant moi telle une colombe de magicien au moindre signe de mes mains.

Mais mes mains se brûlaient et s'oxydaient et devenaient des lambeaux comme chez un lépreux. L'on criait dans la rue, l'on criait dedans moi, mes pensées devenaient les phosphores qui se montrent au lémurien sur l'arbre de sa perplexité.

Pas possible, je sais juste constater qu'il n'est pas possible d'écrire. Or ces livres que j'avais sont le fait d'un glissement, d'un miracle. Ils sont tombés du ciel.

Et à nouveau se dressent dans mes mains les champignons de la destruction, la splendeur qui n'est fleur mais la consommation du silence, le hurlement de la pure et insaisissable matière. Je ne pouvais pas. La jeune femme, le temps passant, devenait une princesse de l'Histoire, une inscription de musée, telle l'adroite Shahrahzad, et Shahrahzad y avait peut-être explosé entre mes mains.

*

lundi 21 novembre 2011

Chevelure avant Cézanne, il y a Renoir et Munch

Chevelure avant Cézanne, il y a Renoir et Munch

Oficio de tinieblas

Oficio de tinieblas

enluminures (de Clouet à Zuloaga)


A Belleville il y a un bistrot où l'on ne monte pas le prix du café, vous aurez un café ralongé plus un noissette assez généreux pour deux euros chacun, en terrasse. Il est drôle, parce qu'il y a tellemment de monde qui s'est rassemblé petit à petit pour me démander des cigarettes que j'ai fini le paquet que je venais d'acheter, et je suis sorti avec un grand sourire, me disant que j'étais bête mais que j'aimais ça, la vie... enfin.


dimanche 20 novembre 2011

Mucius Scaevola party chez Montero

coloriage au pastel d'une scène de tyrannicide
tirée d'un livre de Burkhardt



la nymphe Europe (détail)

les trois seins de Betsabé
sèchent à l'atelier




Le Bouddha de Patience Tison
à l'atelier Montero,
et ses offrandes

L'ancien Bouddha de ma tante
méditant sur du Bleu de Lectoure
et du sucre, quand-même

*

mercredi 16 novembre 2011

la peau de la lionne



attention : les liens soundcloud sont pas parfaits
il faut pas cliquer sur la flèche mais sur le petit texte jeune qui s'affiche quand on déplace la flèche, et encore, il faut croiser les doigts

Mercure est le signe et la Chaire du cygne (cinéma) Manuel Montero

Mercure est le signe et la Chaire du cygne (cinéma) Manuel Montero

mardi 15 novembre 2011

qui sinon Manuel ?


c’est une femme à bagarres

une branche de cerisier qui cille

c’est une blessure sur le ventre du luth

du temps des noces de la mouche et l’interférence

tiens, prends le corps, on va pas parler

et puis c’est mieux dit dans ta bouche d’orange

et je m’excuse d’avoir dévoré la pulpe sans apprécier

j’ai soif, je suis malade, mais je peux encore donner

mon sang pour teinture d’une usine entière de culottes de réveillon

en Espagne, je préfère, mais sinon sur place, pas de problème

bises à la petite mouche de ton regard penseur

bises aux grande-mères avant qu’elles ne meurent

et pas beaucoup plus

la sonorité, l’exagération et le blabla de Manuel

le surréalisme doux, franco-français ou présidentiel

(dans le cas de Senghor) est forcément tiède pour moi

chaud pour elle, conspiration du loyer, et puis manger

ça me fait mal, je m’amuse tendrement

des espagnoles qui connaissent la faim juste maintenant

comme une nouvelle coquetterie

quand j’ai passé toute ma vie

à faire comme elles annoncent sur leur balcon

être dans la privation

entre les pierres d’un moulin à moi rue des putes

jour et nuit, pour ne pas aller

tremper dans le béchamel de mon père et de ma mère

professeurs indigestes qui voulaient me faire enfermer

pour avoir éjaculé partout dans leur salle à télé

et lire ce qui peut-être est la cause de ma pensée

qui sinon Manuel aurait volé

une plume mince et funèbre à l’hirondelle

avant qu’il n’y ait plus d’hirondelles ?


qui sinon ?

dimanche 13 novembre 2011

le froid pôlaire des chercheurs d'anonymat



...

On ne veut plus de moi

j'écris dans les toilettes, mon mac sous le linge

qui sèche à la douche, je dérange

encore le temps qui reste

avant que ça finisse, on attend,

mais on ne supporte pas l'écrit

et l'on veut que tous dorment,

faut pas se souvenir demain, faut pas lire.

Moi ? Black-listé ? Moi si bien considéré ?

Mais avez vous vu mon CV ?

Vous semblez vous être trompé, pour m'avoir fait subir

la brûlure de la rue, comme ces roms

qui ont été incinérés dans leur petit refuge

près de ce lieu de culture, la place (le palace) Gambetta

ouais, peut-être ils se sont sauvés

peut-être on les brûlait juste pour ça

aucun rapport avec le Pôle Emploi

faut pas entendre des voix, pas de martiens

autres que les cervelles macérées dans de la vodka

qui mutent et se congèlent dans l'expérience

la merveilleuse expérience collective de la France.

...

Par un tunnel arrivent

à la porte de mon sexe

les souffles d'une jeunesse gitane

le trou de l'évier fait sortir tout mon génie

chez ceux qui rêvent et celles

qui viennent s'accoupler à moi

sont les filles de Salomon et les roses

qui pourrissent mon système

hydraulique, mon poème en érection

comme un échafaud, comme la pierre

de Babylone écrite en cunéiforme et les filles

qui viennent ne sont même pas des travailleuses

du sexe, mais des démons dont les prénoms

feraient éclater les plus statistiques des luxures

et puis il y a l'injure et la faucille

et le feu du sport qu'on accorde au chrétien énervé

puisqu'il faut céder quelque activité au lepenisme

dans le jeu de plâtre ou la blessure fait chiffre

quand on est aveugle pour les lettres

et la Bible est semblable à une crotte de nez

qu'on savoure maudissant le nombril des étrangers.

...

Ils ont raison de m'éviter

je peux phagocyter

mes viscères veulent de quoi

dans un émoi

péter

...

Il n'y a plus d'homme

plus de femme non plus

il y a cellule

qui cherche à manger

qui veut circuler et faire éclater

de sa touche rouge la neige

d'une somme, tout comme,

la pustule est le pus qui jamais ne bouge,

parce qu'elle se doit de cacheter

et sceller ses cellules.

...

samedi 12 novembre 2011

aux photographies d'Eve Livet



pour que le lien marche
il faut, semble-t-il, cliquer plutôt
sur le titre de la série et non pas sur la flèche
merci, et mille excuses

la cortesia y la carne (8) la quinta del sordo





Contra todo sentido común el primer mensaje aparente de buena parte del sufismo, al menos si accedemos a él por Rumí, es que la razón extrema de vivir es el amor. Quevedo, ante el puro sonido de este encantamiento religioso, sin querer librarnos de las delicias que pudiese procurar, artífice él mismo del encantamiento musical en tanto poeta, al menos nos pone regularmente los pies en el suelo con su pinturero prosaísmo, con la derrisión permanente de todo lo que existe en sí mismo.

Pintar guapas jovencitas que te dan conversación, que te incluyen en sus proyectos de tesis o algo así, grabando en su móvil todo lo que se te ocurre soltar mientras pintas, procura una idea de ese carácter, como diría Beigbeder, "féerique", de una representación que yo le iba contando a ella, mientras me grababa y posaba, que me remitía a las Inmaculadas de Velázquez y de Alonso Cano, pero que tiene que ver con la fascinación por los maniquíes.

Hay siempre una decepción en el cuadro. Pero en ese momento era la decepción de mi propia incapacidad para escuchar. Y si hubiese escuchado, el cuadro no sería el lugar de la decepción, sino la geometría sublime de la partitura.

En un libro de Velázquez, yo le iba enseñando retratos de Góngora y de Quevedo, y contándole quiénes eran. La influencia en los cubanos de la poesía barroca del lado de Góngora, con Lezama Lima, y cómo luego eso daría un Severo Sarduy, que deja cierta huella en la cultura parisina. Luego doy por sentado que ella sigue el hilo de este trabajo sobre Quevedo y de las grabaciones en que lo traduzco al francés. Y le hago notar la frialdad, la apatía, de Velázquez.

A Eve le digo que me ha salido un retrato de S. "muy de Goya". Y sólo ahora, después de haberme perdido en unos retoques que lo complican, comprendo la enormidad de la práctica del "disparate" del Goya tanto retratista como grabador. Hacerlo como Goya, no es el tema. "Bastante tiene la chiquilla con que la pinte un discípulo de Moebius", me digo, sabiendo que soy injusto, que posiblemente este tipo de chica no se habría prestado si se tratase de ese tipo de retrato.

Y me empiezo a preocupar :

De mi corte de pelo.

De que habida cuenta de que un buen peluquero solamente lo he tenido en Granada, en la peluquería Parcas, y en la persona de su jefa Africa, que me entiende bastante bien.

De que habida cuenta de que los cortes de pelo obligan a Eve a subirme la moral con una juvenil desenvoltura, pero que cuando me crece me da por visualizarme como Elvis un poco simplificado, demasiado "hombre".

De que habida cuenta que conocí un marchante de arte armenio que llevaba brillantina como salido de una película caricaturesca y que eso no lo inhibía para nada y gozaba de buena salud y no se le cortaba ni pizca el punto coqueto.

Pero que yo no me pondría brillantina.

Bueno, la laca también está claro que no me la pondría, porque agrava el efecto Elvis.

Africa me aconsejaba una marca de cera, un nuevo concepto en cuestión de cabello unisex.

Concluyo que un día de estos me compro la cera para pelo más barata que encuentre.

Bueno, me digo, está claro que estoy a la altura de Goya, salvando las distancias.




Realmente, hay que ser pintor para enterarse de que Ariosto con el Orlando y Spenser con su Reina de las Hadas, lo que cuentan son cosas que se cuentan en la peluquería. Tasso, por seguir con lo dicho, es harina de otro cantar. Y la alusión a Munch, particular no sólo a este retrato, por razones que conciernen a la vida privada de la modelo, sino de forma general a mis figuras, es pertinente para vincularme con la torsión tassiana del relato, desde el momento en que empiezo a utilizar la aureola de forma cada vez menos inocente.

Ahí es donde se alcanza a Goya, en el disparate fetichista que puede venir de la mano de Munch. En ese querer fascinar como fascina la vida. Por decirlo castizamente, con sencillez senil. Munch era a los ojos de sus contemporáneos de un mal gusto consumado, un mal alumno. Era evidente su superstición y su posible locura, pero hoy se puede uno dejar ir al juego de su locura y de su superstición, pensando quizá, o sin tomar conciencia de ello, que ya no perjudican a nadie, ni siquiera al propio Munch, a quien admiramos en vez de compadecerlo.



...

mercredi 9 novembre 2011

extremoduro-deltoya

Extremoduro - romperas

sobre una exposicion hispanista y fotografica de Eve Livet




...

De Granada hay que ser

para quitar y poner,

las Tonterías, con el agua del sentido,

las pones y las quitas.

Le han cortado el Agua al Mundo,

dicen el llanto y el gemido

de las hadas y de las termitas.

¿Qué nos queda por ver?

...

Y aqui hago yo mi encantamiento malayo

un collage; agarrate payo, misterio profundo :



*

rappel exposition : Eve Livet "Où mènent les portes du songe ? " en cours à la Galerie PCF4 Art et Société

la cortesía y la carne (7) la torsión post-klossowskiana del relato de la pintura en la obra de Patience Tison


Patience Tison y Manuel Montero
durante una exposición Patience Tison en la Butte Aux Cailles
delante de una escultura de un gato por Patience Tison
foto Eve Livet



Patience Tison dibujando durante una exposición de Manuel Montero
foto Eve Livet



acrílico reciente de Patience Tison
foto Eve Livet


Cuando se comprende y se asume que la gran pintura de raigambre italiana que conocemos por los museos y que parece dar su último suspiro en una triple declinación (Balthus, Picasso, Dalí), no podemos saber si está realmente muerta después de su triple epifanía. Una teología posterior debe generar, como decía un posmoderno como J.F.Lyotard, nuevos relatos. Se nos pintaba el repertorio bíblico, el repertorio literario clásico de los griegos hasta por ejemplo Tasso...


episodio de un relato de Patience Tison en sus veinte años


Me viene a la mente algún episodio de la Jerusalem Liberada que se puede ver en Versalles... La torsión del relato está ya en la columna salomónica del Barroco, en la locura de Tasso que acompaña la catalepsia pictórica de Italia, después de que el relevo pasase de Ticiano a Rubens... La torsión del relato está en Pierre Klossowski respecto a Balthus, una pintura a lápiz de alguien que hace de su vida conyugal un nuevo gran relato, y que se atreve a escribir otro ciclo del relato teológico por sí sólo con El Bafomet. Forzoso es que en nuestra época de globalización el relato deba, apoyado en el giro de Klossowski, hacer notar la torsión propia de las creencias de nuestra época, en las que la ciencia-ficción, el videojuego, el rock, las sociedades secretas, las sectas en general, condicionan un imaginario que supone la misma dislocación de lo clásico que supuso la teatralidad y la extravagancia de Torcuato Tasso.



obra en gran fomato de Patience Tison
foto Eve Livet

En total continuidad, como la que hay de Balthus a Pierre Klossowski, el relato, pues, de una alucinación o de un onirismo, con el que se la ha querido rechazar expeditivamente por parte del medio artístico, ya reacio de por sí en París a la pintura, implícito en la obra escultórica y pictórica de Patience Tison, nieta de Denise, la mujer y musa de Pierre Klossowski, e hija de Frédérique, la modelo, sobrina y una de las musas de Balthus. Patience, cuyo nombre, de hecho es el título de un cuadro anterior de Balthus, sabe con su trabajo retomar el hilo de esas tradiciones de apoteosis y torsión del relato pictórico. La repetición del motivo del gato, la estilización, la proporción (que no tiene por qué estar reñida con la anterior)... suponen el vínculo con la tradición. En cambio Patience Tison, como una guerrera tassiana, se lanza al combate y a la torsión nueva del relato de lo posible con la introducción de lo que venía siendo subliteratura, de las creencias nuevas, haciendo figurar en sus cuadros ángeles que al mismo tiempo describen un tipo de extraterrestre entendido como epifanía severamente solitaria, y dejando sentado un nuevo espacio de escritura, para el pintor, de la experiencia mística. La relación dialéctica con la psiquiatría se ve también definida por la articulación del relato. Las primeras obras de Patience contaban su propia vida onírica, rica en pesadillas teatrales como una tragedia al mismo tiempo que en nociones correspondientes a los dos polos dialécticos de la psiquiatría y del imaginario del glam, del junk, de la Cienciología... sin caer nunca en el kitsch consensual del arte contemporáneo.

Un caso artístico como el de Patience Tison solamente cobra sentido si se lo considera tan único como el de Picasso, el de Balthus, el de Dalí, de la misma manera que tan único como el de cualquier pintor olvidado a la manera que ocurría con Molinier o con su propio abuelo Pierre Klossowski, en cierta medida.

Dicho esto, y mostradas a ustedes las obras selectas de mi amiga, quisiera volver a mi hilo personal y a mi hilo erudito, de traductor diletante. He estado dibujando, no gran cosa. Vuelvo sobre una idea de portada para la revista del instituto, con ocasión de un periodo de protesta estudiantil en todo el país. Se trataba de un rostro de joven gritando coléricamente. La idea me percute como una Medusa masculina, como un rostro para la estrella revolucionaria, una manifestación de lo único, del No. El rostro que dibujo tiene los ojos y el arco de la nariz de Patience, pero otros elementos corresponden más a mi propio rostro. Utilizo un lápiz sepia.

Si no, en lo tocante a traducciones y a mis reflexiones sobre las implicaciones teológicas del origen místico del amor, lo siento, pero lo dejo para la próxima vez. No tardaré mucho, prometido.

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